Consejos para la prevención del Síndrome Urémico Hemolítico

Este 19 de agosto se conmemora el Día Nacional de concientización contra esta enfermedad, en memoria del médico Carlos Arturo Gianantonio, por Ley 26.926. En lo que va del año, en Bariloche, ya se cuentan 3 casos declarados. La prevención es fundamental.

El Síndrome Urémico Hemolítico es una enfermedad transmitida por alimentos que puede ser grave, principalmente en niños menores de 5 años. Nuestro país presenta la mayor incidencia a nivel mundial de SUH en niños de esta franja etaria, constituyendo un problema crítico para la salud pública. Es la principal causa pediátrica de insuficiencia renal aguda y la segunda de insuficiencia renal crónica, y es el responsable del 20% de los trasplantes de riñón en niños y adolescentes en Argentina.

En Bariloche, en el año 2014 se presentaron 2 casos de esta enfermedad, y en el 2015 aumentó a 3. En lo que va del 2016 ya se cuenta con la misma cantidad que el año pasado.

Es fundamental, que la población tome conciencia de la importancia del lavado de manos con agua y jabón de forma permanente, y principalmente después de ir al baño, antes de comer, después de tocar carne cruda, o de tocar animales. Esta es una de las formas más efectivas de prevenir esta enfermedad.

Además, tener en cuenta:

Cocinar la carne de vaca, pollo y las comidas que lleven carne picada o trozada (hamburguesas, empanadas, albóndigas, arrollados de carne, etc), hasta que no queden partes rojas o rosadas en su interior.

No consumir leche sin pasteurizar, mantener las carnes refrigeradas y separadas del resto de los alimentos; después de manipular alimentos crudos debe lavar con abundante agua caliente y jabón sus manos, mesadas, utensilios, trapos rejillas, evite que entren en contacto alimentos cocidos con crudos.

Use recipientes y utensilios diferentes (fuentes, cuchillas y tablas de cortar), para manipular alimentos crudos y cocidos, o bien, lávelos minuciosamente entre uso y uso; si compra carne picada, prefiera la que fue procesada en el momento, consúmala a la brevedad; recuerde que este producto se altera más rápido que un trozo de carne entera.

No deje enfriar los alimentos cocidos a temperatura ambiente, colóquelos en heladera lo antes posible; lávese cuidadosamente las manos con agua caliente y jabón antes de preparar alimentos y comer; después de haber ido al baño, cambiado pañales o acariciado mascotas; entre la manipulación de los alimentos crudos y cocidos o listos para su consumo.

Lave las frutas y verduras minuciosamente, especialmente las que se consumen crudas. Descongele los alimentos en una bandeja en la heladera, en el microondas o cocínelos directamente, pero nunca sobre la mesada de la cocina. Utilice agua potable para beber, cocinar y lavar. De no contar con ella, usted puede potabilizarla hirviéndola durante cinco minutos o agregándole dos gotas de lavandina por litro, dejándola reposar media hora antes de su uso.

Si usted presenta síntomas como diarrea, vómitos y/ o dolor abdominal evite manipular y /o preparar alimentos hasta que los mismos desaparezcan.