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Maltrato animal: Crueldad y desidia en la línea sur

Por David Telmo (*)

Maltrato animal: Crueldad y desidia en la línea sur
Foto Alejandra Bartoliche
Foto Alejandra Bartoliche
martes 11 de julio de 2017

El presente artículo no tiene la intención de ofender a ningún habitante de nuestra línea sur, sí la de llamar a la reflexión  a los funcionarios públicos para que puedan ampliar el espectro e instruirse en la materia del derecho animal. Todo lo aquí mencionado puede comprobarse a través de las evidencias y testimonios de los protagonistas directos. La desidia y el abandono por parte de las autoridades alcanzan a humanos y animales por igual.

En la línea sur nos encontramos muchas localidades, la mayoría con sus atractivos y su problemáticas, como la salud pública por ejemplo, la dureza del clima, los productores castigados por diferentes economías de turno, o tal vez por las cenizas de algún volcán entre tantas otras dolencias de nuestra provincia. Es triste y lógico pensar que si no hay bienestar para los seres humanos, tampoco habrá bienestar para los animales.

En los parajes y pueblos al igual que en las grandes ciudades, el maltrato animal se lleva adelante  por ignorancia, por educación especista, por tradición y en algunos casos tan sólo por crueldad, lastimando a quienes no pueden defenderse, generando un caldo de cultivo para los violentos quienes al comprobar su superioridad física, en la mayoría de los casos se convertirán en maltratadores de personas. La gran diferencia es que en la ciudades los casos salen a la luz, mientras que en los pueblos y parajes se ocultan.

La ciudad de Ingeniero Jacobacci es una de las protagonistas de esta odisea del maltrato animal en nuestra provincia. Cabe destacar que nunca pude comunicarme con ninguna autoridad de ese municipio, pero sí lo he podido hacer con algunos vecinos en reiteradas oportunidades a los fines de comprobar la veracidad de lo aquí mencionado. La respuesta siempre fue la misma: el municipio debe hacerse cargo; el municipio no provee, no esteriliza perros, no tiene Dirección de Veterinaria y Zoonosis; mata y envenena.

El lector  recordará que hace 5 días en la localidad Ignacio Correas a 19 kilómetros de la ciudad de La Plata, varios vecinos resultaron intoxicados  por exponerse y tocar más de 200 perros envenenados. Queda demostrado el nivel de crueldad y peligrosidad en este tipo de prácticas, las cuales no solo violan la ley nacional 14346, sino que representan un riesgo muy alto en materia de salud pública.

En septiembre de 2016  se encontró un perro galgo ahorcado en inmediaciones del basural de la ciudad de Jacobacci  lo que despertó indignación de los activistas a nivel nacional y estuvo presente en todos los medios de comunicación de nuestro país.

El intendente Carlos Toro decidió suspender las carreras que se realizarían por conmemorarse el 100 aniversario de la ciudad y dijo que “nunca las apoyó”.  Además por aquél entonces aún no estaba vigente la ley nacional 27330 de prohibición de carrera de galgos, pero sí se conocían las diferentes leyes nacionales que se violaban en estas actividades (ver artículos Carrera de galgos maltrato animal de alta velocidad y La crueldad no se regula, se prohíbe)

Ingeniero Jacobacci fue declarado municipio no eutanásico, lo cual no es cierto ya que practican la eutanasia de manera permanente y no de la manera más ética y piadosa.

Allí Han enterrado animales vivos,  han ejecutado animales con armas de fuego, han cometido actos de zoofilia y bestialismo en donde un animal tuvo que ser sacrificado por la formación de un tumor en sus genitales producto de esta práctica además de otros actos barbáricos contra seres inocentes. Lo más lamentable y sorprendente en materia de maltrato animal, es que en esta localidad se siguen haciendo carreras clandestinas de galgos avaladas por las autoridades, aún cuando están prohibidas a nivel nacional.

Buscan retroceder en la prohibición de la ley 27330.
La legisladora Rionegrina Sandra Recalt  de Juntos Somos Río Negro  propuso revisar la prohibición dentro del marco del bienestar animal.  Es evidente que la legisladora no comprende el concepto de bienestar animal, ya que habla de diversión y esparcimiento a costillas de un animal obligado a correr, violando así su derecho a decidir de qué manera divertirse o pasar su tiempo.

La esclavitud y la lucha de gladiadores romanos también eran actividades milenarias y se usaban como diversión, esparcimiento y rédito económico. Los eventuales casos de maltratos por parte de algunos irresponsables que menciona la legisladora, suman miles (no algunos) y existen informes completos en todo el país.

El pasado mes de junio en la ciudad de Catriel se conmemoró el 118 aniversario con festejos y desfiles, fue sorprendente ver desfilando a los orgullosos galgueros, en compañía de sus perros, aplaudidos obviamente por el intendente, los legisladores, los concejales y por el gobernador de la provincia. Queda demostrado que este grupo de funcionarios públicos no respetan la ley nacional de prohibición 27330. ¿Qué podemos esperar entonces?

La crueldad no debe regularse, debe prohibirse, los ciudadanos y los funcionarios que incentiven a la violación de una ley nacional deben ser sancionados y deben servir de ejemplo.

Estoy totalmente seguro que la legisladora desconoce los valores de mantenimiento y entrenamiento de un perro de competición dentro del marco legal como los que existen en EUA y otros países; un costo que ningún galguero podrá afrontar.

Hace algunos días un control anti dopaje se realizó en un canódromo del estado de Florida (EUA) arrojando 12 resultados positivos en la prueba de cocaína. Fue un escándalo nacional. La pregunta es cómo fiscalizarán las carreras dentro de la provincia. ¿Cuántos inspectores necesitaran? ¿Podrán afrontar el gasto de una tira reactiva de anti dopaje con valor de 300 dólares? Este ridículo planteo e incentivo para seguir violando una ley nacional que puede llegar a costarle a cualquier persona entre 3 meses y 4 años de prisión con multas de hasta 80.000 pesos, no puede ser tomado en serio, ni siquiera por los propios galgueros.

Para reflexionar

Desafortunadamente la única persona en Jacobacci que luchaba por los derechos de los animales ha decidió cerrar su página de adopciones, debido al desinterés de los funcionarios y al grueso de los habitantes, quienes  lamentablemente no han sido educados en materia de tenencia responsable, la cual es muy importante ya que está ligada a la salud pública.

Una persona sola no puede luchar contra la crueldad y tampoco puede educar a 12 mil habitantes, o gastar miles de pesos por mes para solucionar un tema que le compete al municipio, pero lo intentó y fue un ejemplo para muchos y sobre todo para quienes trabajamos en el derecho animal. Tal vez personalmente debamos pedirle disculpas a Gladys por no haberla ayudado lo suficiente.

Pero siempre habrá una segunda oportunidad. Ojala que la situación se pueda revertir algún día y que los funcionarios se ocupen de las cosas como corresponde, ya que para eso se les paga y para eso se los vota.

(*) Promotor de los derechos del animal

DNI 25277158 - [email protected]

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