Formularon cargos por promoción y facilitación de la prostitución

El Fiscal Martín Govetto formuló cargos a un hombre por los delitos de promoción y facilitación de la prostitución en calidad de partícipe necesario, de acuerdo a los artículos 125 bis y 45 del Código Penal. Los mismos prevén una pena de entre cuatro y seis años de prisión.

Fue citada a la misma audiencia una mujer a quien se le adjudican los mismos delitos en calidad de autor, la que no pudo ser ubicada en el domicilio declarado en sede judicial. Por lo que solicitó se declare la rebeldía y captura.

"La documentación que avala la acusación es muy importante, proviene de una profunda investigación", manifestó el fiscal Govetto. Entre ellas constan los aportes realizados por Prefectura Naval Argentina y Gendarmería Nacional, la Dirección de Equidad de Género, testimoniales y el informe del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el delito de Trata.

El Defensor Oficial Juan Pablo Laurence, quien asistió al imputado a la audiencia, manifestó no tener objecciones a la formulación de cargos y adhirió al plazo de cuatro meses solicitado por la fiscalía para realizar la investigación.

El Juez de Garantías Ricardo Calcagno dió por formulados los cargos y concedió el plazo de cuatro meses acordado por las partes para investigar. Asimismo ordenó la captura y rebeldía de la otra imputada.

El hecho imputado

Se le adjudica al imputado (junto a otras dos personas), haber explotado económicamente el ejercicio de la prostitución de mujeres, en el período ubicado entre el 10 de octubre de 2013 y el 30 de marzo de 2014.

Todo ello en el local comercial "Venus Show" ubicado en la calle Anasagasti, de esta ciudad. En tres diligencias diferentes llevadas a cabo en ese período se encontraron en el lugar alrededor de veinte mujeres.

Según consta en la acusación, para concretar dicha conducta, las mujeres trabajaban en el lugar como "coperas", recibiendo a los clientes que concurrían allí, en horario nocturno. De esta manera, en ocasiones se acordaban encuentro para mantener relaciones sexuales a cambio de dinero.

Estos se concretaban en la parte posterior del local donde habían habitaciones con camas matrimoniales; ejerciendo de esta manera la prostitución. Los clientes al ingresar eran recibidos por el imputado, quien se desempeñaba como portero y cumplía funciones de seguridad.