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“De la mente a la conciencia”, un desafío lúdico a nuestros miedos

Ricardo Grinszpun es consultor psicológico, director de psicodrama y terapeuta, en esta nota para BarilocheOpina nos cuenta su experiencia como docente de los talleres que brindó en la UNRN, sede andina.

“De la mente a la conciencia”, un desafío lúdico a nuestros miedos
sábado 16 de junio de 2018

Una experiencia que desafía los miedos y lúdicamente nos permite comprender la trascendencia que tienen en nuestras vidas nuestros propios desacuerdos como instancias que más allá de su dimensión, su profundidad, su brecha, su complejidad, resultan operar como impactantes hitos desafiantes. El desacuerdo nos interpela, nos cuestiona, y puede ser fuente inspiradora para la disolución de nuestros propios constructos si nos asomamos y adentramos en ellos no sin fuertes dosis de coraje y curiosidad: el gusto de re-conocernos a nosotros mismos. Un relato que inspira.

   

                                                            

A fines de 2016, luego de un proceso de profundos eventos en mi vida, y en total acuerdo con ella, sentí la necesidad de crear una experiencia que facilitara el reencuentro conmigo mismo. El reencuentro conmigo mismo, supuso claramente un desencuentro. Un desacuerdo…Y de allí la necesidad/propósito de reencontrarme en el acuerdo conmigo mismo.

Este trayecto de “volver a mí” comenzó a  plasmarse en un viaje físico e interior que documenté en un video llamado “Gracias por tu música”  Este fue difundido a través de diferentes medios, redes, sitios web y presentado por mí en distintas ocasiones. El video no tenía otro propósito que no fuera compartir mi experiencia, y fundamentalmente, más allá de la forma, manifestar el sentirme impulsado por una fuerza, una energía vital plena de confianza en la Vida integrando mi sentir, que en ese momento consistía en dolor, la tristeza al dejar atrás una versión mía. Una imagen de mí mismo que ya no me representaba.

Mi atención se posó neutra: y se sostuvo exclusivamente en “el sentir”…ya no, pensarme, explicarme, interpretarme, juzgarme, ni a mí mismo ni al otro. Ni a nada.

 

Entré en el vacío. En el silencio. Me dediqué a investigar-me en mi vivencia: en lo que yo llamo mi “laboratorio”. Atendiendo en presencia el proceso que transito desde mi procesamiento mental, pasando por mi estado emocional e integrándolos sutilmente con un catalizador alquímico:  mi Sentir…Y comprobé al menos en mi experienciar y en el de otros con quienes compartimos esta experiencia, que integrar nuestra mente-emocionalidad a nuestro sentir, en el preciso instante en el que lo vivimos, es decir, en el único instante en el que vivimos, actúa como poderoso “transformador e integrador” de nosotros mismos y de nuestra vivencia: vivimos la experiencia. Y dejamos de explicarla. Sólo atendemos el genuino interés de vivirla. Ya no, “sobrevivirla”

 

Durante aquel viaje / mudanza, en el “afuera” y en mi interioridad, surgió claramente otro propósito: ofrecer una serie de Talleres / Cursos introspectivos, que resumieran no sólo lo descripto antes, sino más aún: todo mi recorrido experiencial: muchas vidas en una vida…”muertes y renacimientos”. No como ejemplo de nadie, dado que no lo soy ni quiero serlo. Sino para compartir la experiencia vivida en mi vida y compartida en la consulta clínica, con todas las personas con quienes  desde hace años me encuentro en consulta. Había algo en común “ahí entre nosotros” que también me impulsaba a compartir nuestros recorridos, y observarnos a nosotros mismos, observar al otro y observar a la Vida, desde patrones recurrentes y ópticas inherentes a todos los humanos.

Inicialmente, ya desde el surgir de este propósito, supe con la certeza intuitiva que estos Talleres/Cursos, tendrían la forma de un juego. El juego “De la mente a la Consciencia”.

Con la colaboración de diferentes personas fui amalgamando todos los recorridos en un Juego que se constituyó en una metodología de desaprendizaje, resignificación y reaprendizaje que nos permite de manera práctica, llevar a cabo la experiencia de vivir una situación que por diversos motivos no habíamos podido vivirla. Más bien, sólo podíamos explicarla desde los condicionamientos y las “capturas” de nuestra mente y de nuestras emociones en su estado vibracional más denso.

En el primer semestre de 2017, presenté un proyecto y una planificación para llevar a cabo este Curso, en la Universidad Nacional de Rio Negro. El programa incluyó 4 módulos y contenidos teórico-prácticos. Y el Curso se denominó: Psicología, Desarrollo personal: De la mente a la Consciencia. En los fundamentos de dicha planificación escribí:

 

Vivimos en un mundo que cada vez más nos plantea una experiencia de vida dentro de un sistema basado en la producción y la construcción de miedo, como forma de sometimiento. Tomando la visión del Sociólogo recientemente fallecido, Zygmunt Bauman, transitamos actualmente de una era llamada “raza de deudores” a esta misma en la que vivimos, por él llamada “era del Esclavo Integral”. De allí, la necesidad de compartir espacios y compartir saberes que nos faciliten despertar a nuestras experiencias y realidades liberadoras de todo constructo e ilusión.

El Dr.en Psicología Carl Rogers, precursor de la Escuela Psicológica “Enfoque Centrado en la Persona” (Person Centered Approach”) y luego quienes hemos continuado con su paradigma, nos hemos señalado un camino: el camino del Ser… Centralizando en su enfoque sus técnicas y actitudes que nos abren a una dimensión experiencial centrada en nosotros mismos. Y ya no, en una “imagen” de nosotros mismos. Comprendiendo el sentido profundo de lo que somos, y de “cómo lo vivimos” a las puertas de una era que ya está entre nosotros. La Era de la Consciencia transpersonal.

Encontramos en estas técnicas, estas actitudes, estos encuentros en grupos de reflexión, reaprendizajes posibles, y alternativas indispensables para resignificar cómo vivimos nuestras vidas presentes. Atendiendo Conscientemente a cada instante en el que vivimos todos nuestros vínculos: con nosotros, con el otro, y con lo otro.

Esta propuesta teórico-vivencial se fundamenta en el sentido profundo de recrear un espacio de reaprendizaje teórico - experiencial referido al discernimiento y al uso de nuestras capacidades corpóreo mentales. Movernos a un estado personal actualizado, desde el cual podemos observarnos y observar la vida y su contexto, ya no específicamente “de mente” sino desde lo que auténticamente somos: Consciencia.

Actualizarnos en la vida, como todo ser vivo, ya no depende en el caso del ser humano, sólo de la observación de nosotros mismos desde la perspectiva recortada: psicológica, fisiólogica, emocional, espiritual. Sino más bien de la integración de estas miradas a partir del conocimiento empírico que hoy nos ofrecen todas estas disciplinas junto a la física cuántica y el arte. Entramando todo, en el tejido y el reflejo de nuestras propias experiencias.

Encontramos fundamento en la responsabilidad, el compromiso y la confianza profunda para promover, compartir e investigar juntos en estos espacios, encuentros, en los que sucede la oportunidad de desaprender, y aprender, nuevas perspectivas para abrirnos a una forma congruente de experienciar la vida.

 

Este Curso se llevó a cabo entre Noviembre y Diciembre de 2017 en la UNRN, sede Andina y actualmente se está estableciendo la reedición del mismo para el segundo semestre de 2018.

La experiencia fue para quienes la compartimos, altamente conmovedora. El Juego había surgido del recorrido de las personas. Y a ellas había vuelto.

Con quienes integramos aquella experiencia y las que la sucedieron con posterioridad, hemos podido recorrer ese camino arduo, a veces confuso y laberíntico que atraviesa diferentes y concurrentes estaciones-estados-pensares-emociones-sentires, en el campo que contiene nuestros registros “de-mentes”, hacia una “meta” situada en la observación empírica de nuestra Consciencia: sentir-vivir.

Nos hemos visto de frente con los miedos, los enojos, las dudas, los rótulos, las expectativas (incluso con un “expectaticida” en la mano…)

Hemos contemplado no sin asombro el interior de nuestra caja de herramientas, vimos a todas aquellas herramientas que utilizamos en nuestro cotidiano, y a aquellas que no utilizamos a veces simplemente por no tenerlas en cuenta, y otras veces por no haber aprendido a utilizarlas. Y otras por haber aprendido a utilizarlas disfuncionalmente…como una suerte de “kit de retroceso”…

Hemos “puesto en hora” a un reloj, que sólo refleja la hora en la que vivimos…el presente.

Utilizamos las ruedas de la Vida, de la Mente y de la Consciencia, como elementos del Juego que aportaron sincrónicamente la información necesaria.

Nos sentamos a observarnos desde las diferentes ópticas de nuestros observatorios. Observamos y escuchamos los diversos discursos…

Hemos atendido a las únicas tres reglas del Juego: el Cuidado, el Respeto y la Honestidad…el Amor.

En Noviembre de 2017, durante el desarrollo de este Curso, como consecuencia del video-documental “Gracias por tu música”, contactamos con miembros de una fundación española (Fundación Espató) que promueve la Vida en Consciencia a partir de numerosos contenidos, y a la vez que difundieron el video a través de un canal de dicha Fundación, me invitaron a participar de un encuentro en Sevilla, para presentar la experiencia que estaba llevando a cabo con el Juego de la mente a la Consciencia, en la UNRN.

Este encuentro sucedió y participé en él, en Diciembre de 2017. Durante el mismo y ante tánto intercambio de entusiasmos, me propusieron participar de una gira Latinoamericana y llevar este movimiento vivencial a Cali, Medellín, Bogotá, Uruguay, Buenos Aires, Bariloche y Mexico.

Integré este viaje en Colombia y en Bariloche, presentando estas herramientas y poniéndolas disponibles.

Actualmente se están organizando para fines de Mayo y principio de Junio talleres del juego, en Toledo, Barcelona, Madrid y Sevilla, presentado en este último evento, por el Economista y escritor Emilio Carrillo.

Decidí compartir estas líneas, sobretodo para señalar y resaltar la trascendencia que tienen en nuestras vidas nuestros propios desacuerdos. Son instancias que más allá de su dimensión, su profundidad, su brecha, su complejidad, resultan operar como impactantes hitos desafiantes. El desacuerdo nos interpela, nos cuestiona, y puede ser fuente inspiradora para la disolución de nuestros propios constructos si nos asomamos y adentramos en ellos no sin fuertes dosis de coraje y curiosidad: el gusto de re-conocernos a nosotros mismos. Conocer a nuestros condicionamientos. Nuestras capturas que detienen el despliegue y la actualización de nuestro Ser, ya no hacia nuestras “necesidades”, sino en la dirección inequívoca y certera de nuestros auténticos propósitos: Ser la Consciencia que somos. Vivir la Vida que somos. Compartir el don que somos… Anidar en estas miradas inmanentes que dejan huella en la evolución que somos y que manifestamos a través de nuestras acciones. La Vida en todas sus formas, el compromiso con ella y nuestros vehículos corpóreo-mentales que reflejan su presencia. Jugar….vivir. Cruzar un dintel y regresar siendo. Libre-mente en el vuelo que elegimos volar… 

 

 

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