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Infraestructura: conclusiones del Observatorio del Derecho a la Ciudad

No es posible seguir planteando proyectos importantes como en el Cerro Catedral o Polo Tecnológico, sin antes dar solución a las zonas ya urbanizadas, de lo contrario se está condenando a los vecinos a perder su calidad de vida.

Infraestructura: conclusiones del Observatorio del Derecho a la Ciudad
viernes 10 de agosto de 2018

En función a los resultados de la reunión que se ha realizado el día 28 de julio de 2018, luego de analizar la situación de la infraestructura en Bariloche se observó lo siguiente:

En cuanto a la infraestructura en gas natural: se puede advertir que el gasoducto que prometen llegará en pocos meses (2019), no se sabe si cubrirá más que 4 o 20 mil conexiones nuevas, mientras se puede advertir que la demanda hoy puede estar por sobre las 6000 nuevas y a esto debería sumarse nuevos proyectos, barrios y loteos y se podría llegar a una situación igual a la actual en cinco o seis años más, aún con el nuevo gasoducto. En relación a nuevos proyectos en danza como el Polo Tecnológico se espera que demande en solo 5 o 6 años más (Kosulj et al, 2017) casi el doble de lo que hoy consumen.

En cuanto a la infraestructura en electricidad: Si bien hoy pueden cubrir en forma limitada la posible conexión de todos los vecinos, como consecuencia de las limitaciones en los servicios de gas antes mencionados, no se puede permitir un consumo eléctrico para calefacción en forma indiscriminada porque esto pondría en peligro la provisión actual, y esto fue indicado en la nota entregada al bloque de concejales del Frente para la Victoria.

En forma similar, respecto a la demanda energética de gas, en electricidad para el Polo Tecnológico podría demandar casi el doble de lo que este sector industrial puede requerir hoy, según informe sobre este sector antes referenciado. La posibilidad de una segunda línea de 132kv es hoy lejana y si demorase más de 6 años, cuando llegue puede ser algo que resulte poco sustentable, costoso y que podría ser absorbida en su totalidad en pocos años debido al ritmo de crecimiento que se pretende imprimir en la región. En cuanto a la infraestructura en agua potable: Existen varios barrios y sectores que no tienen agua potable asegurada, esto sucede hace años y no se percibe un interés por dar solución en forma sistémica y abarcativa para todas las zonas urbanas.

En cuanto a la infraestructura en cloacas: La planta cubría unas 59 mil personas para 2001 (Madariaga, 2007) y no ha ampliado demasiado su capacidad desde entonces, para cuando se ponga en funcionamiento la ampliación que se dice llegaría al doble. Pero la capacidad que se espera alcanzar (180.000 habitantes) resultaría difícil de asegurarse, entre otros problemas por el volumen de pluviales que se recibe en la planta. Nos encontraríamos con una demanda de más de 95.000 residentes para 2020, sumados a unos 17.000 turistas en la zona servida, que resultaría en más de 112 mil personas conectadas a la red cloacal, tomando el 66% de la población -residente y de visitantes- a los que dice servir la CEB. Aunque existiese un alcance mayor en la capacidad, esto es difícil de conocer realmente, ya que no se saben cuántas personas representan cada conexión, y así el problema es el mismo. Por lo que, estaríamos muy cerca del límite del funcionamiento para el 2025 considerando el crecimiento de la ciudad, aún con la planta ya ampliada al doble. Por otra parte, cerca de 35 mil habitantes no poseerían servicio de red cloacal en la actualidad, y esto pondría en riesgo de contaminación las napas de cursos de agua a poca profundidad, lo cual es habitual de encontrar en Bariloche, y -de alguno modo- se está arriesgando la salud de la población como ha sucedido en el Cerro Catedral al no tener agua potable en 2018.

En cuanto a otros servicios hoy no se pudo profundizar esa problemática, pero se planteó que es necesario atender otros aspectos como la demanda de Tierra, Vivienda y Movilidad. Pudiendo ser importante se considere la forma de investigar científicamente los límites, y proponer el desarrollo en forma sustentable, dentro de una planificación participativa según lo plantea la Carta Orgánica.

Por todo lo expuesto, no es posible seguir planteando proyectos importantes de loteos en el oeste (y quedan dudas igual para toda la ciudad) como en el Cº Catedral o el del Polo Tecnológico, sin antes dar solución a las zonas ya urbanizadas, en forma sistémica para todas las infraestructuras citadas (con valores accesibles para la comunidad). De lo contrario se está condenando a los vecinos -que hoy habitan la ciudad- a perder su calidad de vida y a dejar caer el nivel de los servicios e infraestructuras, incluyendo a los turistas, quienes habitualmente no son considerados -en una cantidad real- cuando se calcula el número de usuarios (permanentes + temporarios) ya que todos hacen uso de dichos servicios y tienen derecho a demandar una buena calidad de los mismos. Esto es parte del concepto conocido como Derecho a la Ciudad, tanto para los residentes permanentes como para todos los visitantes.

Fuente: Observatorio del Derecho a la Ciudad de Bariloche

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