Se conmemora el Día Internacional de la toma de conciencia del abuso y el maltrato hacia los mayores
La Secretaría de Derechos Humanos destaca que el próximo 15 de junio se conmemora el Día Mundial de la Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, establecido por Naciones Unidas en 2006.
El objetivo es crear conciencia social y política de la existencia del maltrato y abuso producido a las y los adultos mayores, junto a la idea de que es algo inaceptable, que presenta múltiples formas y que se puede prevenir.
La temática surge como un requerimiento social debido al crecimiento de la población mayor, sus numerosas necesidades y carencias, como también a sus expectativas.
Hoy resulta de gran importancia debatir y problematizar el significado y el sentido del envejecimiento y la vejez, ya que es desde allí que se establecen, se cuestionan o modifican los modos en los que las y los adultos mayores serán tratados, valorados o incluidos en esta sociedad.
Algunas de las modalidades frecuentes de maltrato hacia los adultos mayores son: Infantilización, frecuentemente se los trata como niños, descalificando así sus deseos y necesidades, utilizando diminutivos por ejemplo para referirse a ellos; Despersonalización, marcada en el borramiento de la individualidad y las necesidades personales; Deshumanización, al pasar por alto requerimientos básicos de cuidado de la intimidad; Victimización, que se produce con agravios mediante insultos, enojos, ridiculizaciones que los avergüenzan, minando la autoestima; Pérdida de la libertad, en la medida que se puede desestimar la opinión del adulto mayor en beneficio del pariente o directivo, lo cual en principio además de maltrato constituye una ilegalidad.
La Secretaría recalca que tener en cuenta al adulto mayor como un ser pensante, deseante y sensible, partícipe del entramado social, y reconocer que la vejez es una continuación natural de toda una trayectoria de vida, redundará en un buen trato y promoverá la mejor calidad de vida al incremento de los años por vivir.
Es el Estado el que debe asumir un rol protagónico en la resolución de las necesidades de las y los adultos mayores, a través de su compromiso en pos de la eliminación de toda forma de maltrato y abuso, como garantía de ejercicio pleno de derechos.
