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Rousseff ratificó en su cargo al ministro de Hacienda y prometió medidas para reducir el déficit

La presidenta de Brasil ratificó hoy en su cargo a Joaquim Levy, criticado por algunos sectores debido al ajuste en curso.

Rousseff ratificó en su cargo al ministro de Hacienda y prometió medidas para reducir el déficit
jueves 03 de septiembre de 2015

La presidenta de Brasil ratificó hoy en su cargo a Joaquim Levy, criticado por algunos sectores debido al ajuste en curso, y prometió trabajar para reducir el déficit que el gobierno presupuestó para 2016, para lo que no descartó recrear el impuesto al cheque.

"Hay hechos que no son verídicos. El ministro Levy no está desgastado dentro del gobierno. Él participó con nosotros de todas las etapas de la discusión del Presupuesto. Él tiene el respeto de todos nosotros. No contribuye al país este tipo de discurso de que el ministro Levy está desgastado. Él no está desgastado", afirmó la mandataria.

Rousseff agregó que los rumores sobre la pérdida de influencia de Levy "no contribuyen al país" en momentos en que se debe resolver una crisis económica seria.

Legisladores de la oposición y oficialistas criticaron al titular de Hacienda lo cual dio lugar a especulaciones sobre su eventual renuncia, como señalaron hoy los medios locales.

"Dentro de una familia, ¿sólo hay una opinión? No, dentro de una familia hay varias opiniones, El hecho de que haya opiniones de A, de B, de C, de D,... no significa que la familia esté desunida, significa que ella debate, discute", señaló la mandataria en una conferencia de prensa.

Rousseff prometió trabajar para reducir el déficit que el gobierno presupuestó para el año entrante, sin descartar mayores cortes de gastos o la creación de nuevos impuestos.

Señaló en referencia al impuesto al cheque, llamado Contribución Provisoria sobre los Movimientos Financieros (CPMF), que no le gusta el tributo, pero no descartó su reinstauración e informó que el gobierno enviará al Congreso agregados a la propuesta de Presupuesto para el próximo año.

En línea con su anunció de volver a los primeros planos, el líder del Partido de los Trabajadores (PT), Lula da Silva, defendió el pasado fin de semana al CPMF por considerar que ayudaría al gobierno a cerrar la brecha fiscal en el 2016, y opinó que nunca se debiera haber eliminado.

Al presentar el presupuesto para 2016, el pasado lunes, el gobierno calculó, por primera vez en la historia, que va a incurrir en un déficit fiscal primario, antes del pago de los intereses de la deuda, lo que generó polémica.

El déficit calculado para 2016 asciende a 30.500 millones de reales (unos 8.472 millones de dólares) y equivale al 0,5 % del producto interior bruto (PBI).

La oposición pidió que el Congreso rechace el presupuesto y algunos economistas han alertado que las agencias de calificación de riesgo podrían rebajar la nota de Brasil debido a estas cuentas deficitarias.

La mandataria no descartó hoy ninguna medida para equilibrar las cuentas públicas, que ya fueron deficitarias el año pasado y que este año están por debajo de las previsiones del Ejecutivo, y aseguró que no descarta "ninguna fuente de ingresos", lo que puede suponer nuevos impuestos.

En declaraciones a periodistas tras recibir a los participantes en las olimpiadas de formación profesional WorldSkills, Rousseff dijo que el gobierno ha presentado cuentas deficitarias con el objetivo de ser "transparente" y mostrar "que claramente hay un problema" en la economía.

Al analizar el estado de la economía en recesión, Rousseff dijo que "ya hicieron efecto" las medidas de ajuste adoptadas por el gobierno, y en este sentido, afirmó que la inflación tiene "tendencia" decreciente y se moderará a finales del año, y que las exportaciones subieron por la depreciación del real frente al dólar.

En este marco, Lula confesó que el cuadro de situación que vive el país es "delicadísimo" y expresó preocupación por una creciente "irracionalidad" de los grupos que exigen el retorno de los militares al poder y la renuncia de Rousseff.

"El momento que estamos viviendo es muy delicado, delicadísimo, es el momento de la irracionalidad emocional de la sociedad brasileña", sentenció el líder del PT durante un acto realizado anoche en el cordón industrial de San Pablo.

"Me parece que hay algo deformado en esa irracionalidad emocional de la gente que está yendo a la calle para pedir el regreso de los militares. Es con ellos que nosotros debemos dar la pelea", enfatizó.

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