Javier Muñoz: "Solo tengo palabras de agradecimiento a la gente de Bariloche"

Javier Muñoz, hermano del oficial Lucas, habló con Bariloche Opina en momentos que se llevaba adelante el sepelio y a pocas horas de partir hacia Ramos Mexía. "A la sociedad de Bariloche solo le puedo decir gracias", dijo.

Con una emoción contenida y mucha serenidad, Javier recordó a su hermano en sus mejores momentos. "Me quedo con la imagen de cuando egresó de la escuela, siendo abanderado con el mejor promedio, estando al frente de sus compañeros, con la cara de satisfacción de haber logrado su objetivo".

Luego del triste desenlace del caso que mantuvo en vilo casi un mes a todo el país, agradeció a los vecinos de la ciudad por habernos brindado el apoyo" y aclaró que "no estábamos enojados con la gente de Bariloche".

En las últimas marchas notamos la presencia de muchas madres de policías que nos decían "no se que va a pasar con mi hijo, no se si mañana va a ir a trabajar y va a desaparecer. Había mucho miedo", remarcó.

Consultado por sus expectativas sobre el futuro de la causa, dijo que "lo que quiero creer es que se va a resolver. Me da tristeza que la gente descrea a la policía, pero esta situación mancha a la institución, porque no es toda la policía, sino que está radicado en Bariloche".

"Hay ciertos sectores que están en lugares estratégicos, manejan todo y se creen impunes", agregó.

De todas maneras "tengo la convicción que vamos a esclarecer este hecho, que vamos a llegar hasta el final siempre y cuando el gobierno tome las desiciones de actuar. Uno como simple civil no puede hacer nada".

En este sentido, lamentó no sentir "la colaboración por parte del gobierno y de la Policía".

Por otro lado reconoció a los amigos, a los compañeros de Lucas de la Comisaría 42° quienes apenas se conoció el caso "fueron los primeros que se empezaron a mover", y esto fue "muy gratificante para la familia".

En cuanto a su opinión por la aparición del cuerpo, sostuvo que "se dejó en claro que en las últimas 72 horas hubo un revuelo, que a Lucas lo tenían, y el cuerpo "ya les empezaba a quemar en las manos y no le quedó otra que plantarlo en ese lugar". (Bariloche Opina)

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