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Opinión

Cacería deportiva: diversión, crueldad y asesinato

Opinión por David Telmo.

Cacería deportiva: diversión, crueldad y asesinato
jueves 27 de octubre de 2016

Ver a un niño gritar de felicidad por haber abatido a un animal indefenso entre aplausos y felicitaciones de su padre, siempre será preocupante. Poco importa si lo comen, el asesinato está consumado y la información esta asimilada.

Matar a un animal con el fin de conservar una cornamenta, una piel o una cabeza, es un crimen, no es un deporte ya que el animal ejecutado no puede enterase de que su vida está en riesgo, no puede correr, no tiene oportunidades, una mira telescópica, un gran calibre y mucha desventaja.

La muerte es muy dolorosa, a veces es rápida y a veces es lenta cuando no aciertan el disparo. El animal escapa herido para morir finalmente en la agonía.

Por lo tanto el concepto de cacería deportiva no es correcto, este juego de palabras justifica un asesinato por diversión y esparcimiento tal como eran los circos romanos. La crueldad del hombre siempre estuvo presente no solo con los animales sino con los de su misma especie.

Lejos quedó la cacería del hombre primitivo para su sustento, cuando al animal se lo mataba con respeto y aceptando la competencia cuerpo a cuerpo, arco y flecha y otros métodos usados por los pueblos originarios de todo el mundo.

Los deportes propiamente dichos hacen referencia a dos partes o más involucradas en un desafío para competir por un fin o por un premio. Básquet, futbol, rugby o incluso el deporte intelectual del ajedrez.

Los deportes extremos como el paracaidismo, el motociclismo, aviación o escalada en roca, entre otros, exigen al deportista una preparación física y mental en donde su vida podría correr peligro. Es por eso que son personas muy profesionales.

Estos deportes se practican cada vez mas gracias a la búsqueda de nuevas sensaciones y desafíos personales. Como verán, uno mismo puede desafiarse y buscarse sin tener que matar a un animal inocente de la manera más cobarde y con una amplia desventaja mortal.

Múltiple maltrato animal

Cuando habamos de la caza menor o de la caza mayor siempre podemos ver involucrados perros o incluso aves de presa. En la caza mayor del jabalí, dentro de nuestro país se utiliza mayormente el dogo argentino, un animal protector y muy sociable, el cuál será entrenado para convertirse en una máquina mortal de caza. Pasará previemante por el cautiverio y el maltrato antes de ser enviado por delante de los cazadores en busca de la presa.

El ciervo colorado

Un gran polémica existe en nuestra Patagonia con este ejemplar. "El fin justicia los medios", dicen algunos, pero lamentablemente el fin hace referencia a la introducción de una especia exótica la cual pondrá en riesgo, según los especialistas, a la fauna autóctona, e incluso la sobrepoblación se vera acrecentada.

"Por eso hay que cazarlos", es la excusa que ponen por delante los comerciantes de la muerte, ya que esto es un atractivo turístico y los guías de caza cobran por hacerlo.

En nuestra región se pueden encontrar cotos privados o también dentro de la jurisdicción de Parques Nacionales. Introducen una especie para después cazarlos poniendo en riesgo la fauna autóctona. ¿Hay delito mayor que eso?.

La oscuridad de la caza legal

En continente africano siempre fue un blanco de muchas críticas, tráfico y exterminio de especies. Matar un elefante puede costar mas de USD 50mil, dependiendo la edad del ejemplar.

Los viajes de caza al África son aventuras muy promocionadas en todo el mundo. Cada año, miles son los que deciden visitar los lugares que albergan a las "bestias" más peligrosas de la tierra para llevarse algún trofeo. Se realizara una caza enlatada, con el final trágico para un animal que tendrá muy poco espacio para correr.

Los principales países donde se produce este tipo de actividad son Zimbawue, Sudáfrica, Namibia y Tanzania. Para que un animal sea apto para cazar, las leyes internacionales establecen que este no debe estar en peligro de extinción. Pero si se quiere cazar algo en peligro de extinción siempre se podrá conseguir un cazador furtivo.

Pasarán décadas hasta de que logremos erradicar estas prácticas, y algunos dicen que nunca acabaran.

El negocio de la muerte genera millones y miles de empleos para vivir. Tal y como lo hace la guerra con el petróleo. Siempre encontrarán una excusa. Solo nos queda educar a las nuevas generaciones de personas pensantes y sensibles con la problemática animal, y por supuesto jamás participar de ningún tipo de cacería mal llamada deportiva. Los animales sufren y sienten. Matarlos por placer fue, es y será un crimen.

David Telmo

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