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Cómo es el día a día de Gustavito en el Instituto Fleni

Hace más de una semana que Gustavito Alvarado está en el Instituto Fleni en Buenos Aires. Para los especialistas que lo atienden, se trata de un "milagro" por su rápida recuperación.

Cómo es el día a día de Gustavito en el Instituto Fleni
viernes 17 de febrero de 2017

Hace más de una semana que Gustavito está en el Instituto Fleni en Buenos Aires. Para los especialistas que lo atienden, se trata de un "milagro" por su rápida recuperación.

Gustavo ingresó la semana pasada al complejo de neurorehabilitación que se encuentra en la localidad de Escobar, a unos 50 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Está alojado en una habitación privada, donde además de su cama hay un sofá-cama donde sus padres, Ruth y Gustavo, se turnan para cuidarlo. Ella está desde las 9 hasta las 18, y el resto su esposo.

La rutina de Gustavito comienza a las 7, cuando se levanta para desayunar. Luego, desde las 9 hasta las 11:30, tiene una serie de sesiones terapéuticas que se interrumpen con el almuerzo.

A las 14, retoma las terapias que culminan a las 18, donde puede disponer de tiempo libre, cenar y finalmente ir a dormir.

Durante la jornada pasa por kinesiología, terapia ocupacional, neuropsicología, fonoaudiología y otras especialidades. Pero también hay un cine, canchas de fútbol, vóley, basquet, ténis y bochas; clases de cocina y manualidades.

Ruth contó a Bariloche Opina que Gustavito "se está familiarizando con todo esto. Ya empezó a correr, sube y baja escaleras, juega a la pelota de a poco, aunque todavía no deja la silla de ruedas definitivamente".

Por otro lado, "comenzó a utilizar el cuchillo en las comidas, se ata los cordones y se viste solo", lo que causa el asombro de los especialistas que lo consideran "un milagro".

"Hay nenes internados que recién después de varios meses empiezan a caminar o a valerse por sí solos, pero mi hijo está superando los obstáculos rápidamente", destacó.

Ellos alquilaron una cabaña a unas 12 cuadras del instituto. "Nos convenía un alquiler mensual que uno diario en un hotel", señaló. "La ciudad es muy tranquila y el Fleni es accesible".

Ahora Gustavito ya tiene una pelota nueva, y un cuaderno donde con la ayuda de los neurólogos, está recuperando su capacidad de escribir y dibujar. "Nosotros como padres estamos mucho más relajados", continuó. "Sabemos que nuestros otros hijos están bien, con familiares".

En la tercera semana de internación, se hará una evaluación general donde los médicos podrán dar un informe sobre el estado del chico, y sentar las pautas de cómo seguirá el proceso.

"Todo el tiempo hay acompañamiento de un psicólogo. Podemos consultarlo a cualquier hora, compartirle nuestras inquietudes y eso es reconfortante", destacó.

Pero por otro lado, Ruth lamentó que en Bariloche no exista una institución similar. "Pensar que debería asistir solo cuatro veces por semana a terapia y lo demás, hacerlo en casa, con la presión de la familia y el cansancio nuestro, es algo imposible".

"Acá sabemos que el va a salir adelante", continuó. "Lo miman, lo atienden, lo interpretan y nos contienen como padres. Es un sacrificio, pero es lo mejor para todos". (Bariloche Opina)

Fotos Gentileza Gustavo Alvarado

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