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Opinión

¿Seguimos responsabilizando a los perros por el incumplimiento de nuestros deberes ciudadanos?

Por David Telmo.

¿Seguimos responsabilizando a los perros por el incumplimiento de nuestros deberes ciudadanos?
martes 28 de noviembre de 2017

Antes de comenzar a desarrollar el artículo con información objetiva, permítame resaltar solo algunas de las tantas problemáticas educativas que existen dentro de nuestra ciudad; las cuales nos han llevado a vivir en el Bariloche de hoy.

Luego de leer el artículo usted podrá coincidir o no en parte, pero de seguro comprenderá que los responsables del fracaso social, caminan en dos patas y no en cuatro.

La basura

Es aquí en donde no podemos culpar ni al municipio ni a los perros.

Los horarios de recolección de residuos son de conocimiento público. Si un canasto de basura que está en un edificio tiene un metro por un metro y allí viven 30 familias, evidentemente la basura desbordara y por supuesto el perro, sobreviviente abandonado por una sociedad irresponsable, romperá la bolsa y comerá. Los humanos también lo hacen, no dejan el desorden que deja un animal, es obvio, son especies diferentes con una misma problemática (el abandono y la indiferencia).

¿No sería mejor hacer un canasto de residuos más grande entre los vecinos y respetar los horarios?.

Hace algunos días el municipio comunicó con mucha antelación que por motivos de celebrarse el Día del Trabajador Municipal, no se recolectarían los residuos de ese día. Sin embargo esa misma noche al recorrer algunas calles de la ciudad incluyendo las céntricas pude observar una gran cantidad de bolsas repletas de basura.

Podemos mencionar también los basureros clandestinos como principales focos de infección o los incendios en el vertedero que envenenan a nuestros vecinos; claramente la salud pública está desatendida y la educación también.

Las mordeduras y los perros sueltos

Si a usted se le escapa un disparo de su arma no podrá echarle la culpa al armero que se la vendió. Si usted atropella a una persona, no podrá echarle la culpa a su auto, evidentemente algo está haciendo mal.

Con los perros sucede lo mismo. El perro es un lobo domesticado hace mas 16 mil años, sigue siendo parte lobo, por eso aúlla, por eso hace pozos y por eso persigue objetos en movimiento; es un animal territorial, pero si estuviese dentro de un predio cerrado o fuese educado como corresponde, no tendríamos ataques ni mordeduras. Nuevamente la salud pública está desatendida y vuelve a surgir la palabra "educación".

Los ataques de los perros salvajes

La noticia de los ataques no es nueva, pero comenzó a ser usada como maniobra política en estos últimos días. Una presión ejercida por ciertos vecinos que lejos de aportar soluciones en métodos no letales, piden a gritos para que vuelva la eutanasia a nuestra ciudad, algo prohibido por el artículo 190 de la carta orgánica sancionada durante el gobierno del ex intendente Alberto Icare.

Una actitud retrograda característica de quienes opinan sin conocimiento. Lo grave del tema además de los ataques a personas y a otros animales, es que se han llevado a cabo clandestinamente batidas (ejecuciones con armas de fuego) de canes en zonas de lago Gutiérrez, cerro Catedral, cerro Otto y lugares aledaños, sin saber si eran silvestres o domésticos, violando claramente la carta orgánica y su artículo no eutanásico.

Un perro asilvestrado es un can que perdió su condición de animal doméstico y que no depende del ser humano para su reproducción. Comen basura, carroña y también cazan. Expulsan a los extraños que no pertenecen a su equipo y su comportamiento es como el del lobo moviéndose en manadas. Su actividad comienza al atardecer. Si se los atrapa se volverán más agresivos. Es ahí cuando se puede evaluar la condición del animal y el nombre que se le dará.

Un perro abandonado pasará a ser un callejero pero con domesticación previa, aunque esto no descarta la posibilidad de que el animal sea agresivo en algún momento: si es atrapado aullará y moverá la cola pidiendo ayuda. Todo esto debe ser tomado en cuenta al momento de planificar una captura estratégica con fines de esterilización, control de la zoonosis, marcación y posterior re inserción.

Hace algunos días estuve en el Concejo Deliberante dialogando con funcionarios de diferentes bloques. Uno de ellos, de alto rango entró por la puerta y me dijo: "Telmo: ¿qué hacemos con los perros?. Antes era más fácil: si se los llevaba la perrera y no íbamos a buscarlos, no los veíamos mas, ahí te volvías responsable".

A buen entendedor pocas palabras. ¿Será ese el pensamiento mayoritario de nuestros funcionarios?

Le respondí que tenía la problemática solucionada a través de un proyecto presentado hace dos años a quien correspondía; le respondí que vengo educando hace años a través de los medios, trabajo "que no me corresponde a mi sino a ustedes" y le recordé también la época cuando en veterinaria y zoonosis no había fondos para la ketamina (anestesia para esterilización) así como tampoco insumos para tal fin.

Le pregunté si recordaba en estos últimos años la Fiesta del Chocolate, el huevo, los artistas caros de la Fiesta de la Nieve y sus fuegos artificiales (prohibidos por ordenanza 676 CM - 96) o los sueldos exorbitantes entre otras cosas.

¿No hubiese sido más fácil cumplir con la ordenanza CM 1931/09 o al menos no haber suspendido por diferentes lapsos las campañas de esterilización en estos últimos años? ¿A dónde fue a parar ese dinero?

¿No hubiese sido más fácil coordinar las clases de tenencia responsable según ordenanza en diferentes establecimientos educativos?

"Muy bien señor (X), acá está el resultado. Cuando decidan ponerse a trabajar en serio me avisan, mientras tanto los vecinos involucrados y yo, seguiremos repitiendo como loros en los medios de comunicación hasta que la idea entre en la cabeza de la gente. Así es la educación y alguien tiene que hacerlo".

Afortunadamente el municipio ha mejorado mucho en materia de comunicación institucional y campaña de esterilización, así como las adopciones en la perrera municipal, pero esto recién comienza.

El futuro del manejo de los perros sueltos o sin control se podrá lograr con la evolución de un cambio cultural, particularmente a través de la aceptación e implementación de las estrategias en conjunto. En todo el mundo la problemática ya ha sido resulta con proyectos impulsados por la comunidad y desarrollados por los gobierno locales.

David Telmo.

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