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Opinión

Cuando el amor humano y el respeto por la vida animal van de la mano

Por David Telmo.

Cuando el amor humano y el respeto por la vida animal van de la mano
martes 06 de marzo de 2018

Hace algunos días atrás, más precisamente el 3 de febrero de este año, pudimos disfrutar en Bariloche del primer casamiento Celta medieval de la historia en nuestra provincia.

Lucas y Darling amantes del romanticismo de aquella época, y por supuesto de la literatura fantástica, decidieron hacer algo diferente que sin duda quedará en la mente de muchos de nosotros.

Hubo música medieval, arquería, baile irlandés, sonaron las gaitas y uno de los padrinos del casamiento especialista en justas medievales, se ofreció gentilmente a que le disparasen flechas luego de colocarse su armadura.

Algo único que ya está siendo noticia en todo el país a través de diferentes medios digitales. Pero sin duda lo más llamativo para quienes promovemos el derecho animal en el amplio sentido de la palabra, fue el menú vegano.

Entrada, plato principal, tortas, mesa dulce, absolutamente todo vegano, libre de crueldad como se dice (free cruelty food).

También a un lado de las mesas se podía leer un banner grande muy claro que decía: "La idea de que algunas vidas son menos importantes que otras, es la raíz de todo lo que está mal en este mundo".

El matrimonio vegano, explicó que entre los invitados familiares y amigos, muchos comían carne, y lejos de someterlos o exigirles, se les pidió que los acompañen durante esas horas con el fin de compartir sus creencias y sus convicciones.

¿Qué es el veganismo?

El veganismo es un estilo de vida basado en el respeto hacia los animales, a quienes se los considera como individuos con intereses propios y merecen ser respetados. También incluye la lucha por los derechos de los animales, torturados en fiestas de tauromaquia, acuarios, peleteras, circos y experimentación entre otros.

Un vegano no come animales ni consume sus derivados, no se viste con animales ni asiste a espectáculos en donde los animales sufran o sean utilizados como payasos. Con respecto al vegetarianismo, podemos decir que se rige por los mismos mandatos éticos, con la diferencia que un vegetariano posiblemente consuma leche, huevos y productos de origen animal.

Las palabras nuevas que usted conocerá son: ovo lacto vegetariano, (consumidores de leche, huevos y vegetales) y los lacto vegetarianos (consumidores de leche y vegetales).

Las causas que llevan al veganismo.

Ética animal: derecho a la vida, maltrato y tortura en mataderos, acuarios, circos, etc.

Salud: Obviamente todos sabemos sobre las hormonas y antibióticos que son inyectados en los animales, la OMS (Organización Mundial de la Salud) advirtió que la carne procesada produce cáncer y favorece la diabetes entre otras cosas.

Ética humana: Los millones de toneladas de granos utilizados para alimentar animales que solo una parte del mundo puede pagar y consumir, podría ser usada para alimentar a los países pobres y la hambruna sería cosa del pasado.

Ecología: La deforestación tiene mucho que ver con la expansión ganadera, los desechos de los animales producen más contaminación y más efecto invernadero que los vehículos a combustión.

Como el lector podrá observar, los planteos veganos son reales, concretos y muy nobles. Los tiempos han cambiado, la conciencia es otra y ya nada se puede ocultar. La cultura alimenticia de cada país decide quien vive y quien muere.

Los abusos por parte de los humanos hacia los animales son moneda corriente en las redes sociales (una imagen dice más que mil palabras). Podemos encontrar desde perros o gatos quemados vivos o golpeados, hasta vacas de la industria láctea maltratadas y mutiladas.

Los animales mal llamados de consumo (vacas, pollos, cerdos y otros) viven un holocausto diario, en verdaderos campos de exterminio, en donde nunca se respetan sus derechos, ni siquiera el derecho a un sacrificio rápido e indoloro, como lo menciona la “Declaración Universal de los Derechos de los Animales” ante la UNESCO en el año 1977.

Podemos horrorizarnos viendo como los asiáticos capturan con ganchos perros de la calle o perros con dueño para poder comérselos, pero nadie se horroriza cuando en un matadero faenan vacas que llevan toda una vida de sufrimiento y tortura.

Las vacas, los cerdos y los perros son mamíferos y poseen el mismo sistema nervioso central, sienten dolor, sienten miedo y sienten felicidad, algo ya comprobado científicamente.

En el caso de los cerdos, nos encontramos con una inteligencia superior al perro y al chimpancé, por muy poco pero superior al fin.

Para reflexionar

Algo que la mayoría no sabe es que el conocido actor y ex gobernador de California Arnold Schwarzenegger , quien se está volviendo vegetariano de a poco, fue intervenido quirúrgicamente hace algunos años por una afección cardiaca, reemplazando una de sus válvulas por la de un cerdo y así salvando su vida hasta el día de hoy. Hay mucha similitud anatómica en el corazón de ambas especies.

Usted podrá discutir sobre la cultura, sobre el hombre primitivo y el actual haciendo referencia a la alimentación, podrá discutir sobre el diseño del intestino de un carnívoro o el de un herbívoro, puede reunirse con médicos, científicos, activistas, psicólogos y el debate podría ser muy extenso, pero lo que nunca podrá discutir y tampoco podrá negar es la brutalidad con la que son tratados los animales mal llamados de consumo a lo largo de toda su vida.

Hace algunos años un maestro de Omaha, Nebraska USA, llevó de paseo a sus alumnos de quinto grado a un matadero con el fin de explicarles de donde venían sus hamburguesas. Obviamente muchos niños necesitaron tratamiento psicológico posterior, algunos rompían en llanto y otros vomitaban. El maestro enfrentó cargos por parte del director del colegio. Esto nos demuestra una vez más, la existencia de realidades que no quieren que sepamos.

El conocido ex Beatle Paul McCartney expuso en un documental la realidad de la industria cárnica y nos dejó una frase muy contundente. “Si los mataderos tuviesen paredes de cristal, todos serían vegetarianos”.

David Telmo.

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