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Sigue el misterio por la desaparición de José Alvarado

Desde el 22 de febrero que no se supo más nada sobre su paradero. José Luis Alvarado había ido a trabajar a un campo en El Foyel y sus familiares siguen sin novedades.

Sigue el misterio por la desaparición de José Alvarado
martes 27 de marzo de 2018

José Luis Alvarado de 38 años salió del barrio Nahuel Hue para trabajar en una estancia de El Foyel, pero desde hace más de un mes no hay rastros de su paradero. Hasta el momento los rastrillajes y averiguaciones no dieron ningún resultado.

Desde el 22 de febrero su madre Margarita Alvarado Oyarzo espera volver a abrazar a su hijo, quien parece que "se lo habría tragado la tierra", como expresó su hermana Romina.

Alvarado, según su familia, nunca se había ausentado sin luego comunicarse con sus familiares. El 20 de febrero salió de su vivienda hacia la estancia Santa Lucía, a unos 73 kilómetros de Bariloche, para trabajar a las órdenes de el propietario del campo, Miguel Soriano.

Sin embargo, la última vez que el hombre vio al trabajador fue dos días después, por la tarde, donde "estaba en su casita con dolor de cabeza en la casita donde estaba viviendo".

Desde ese momento su destino es un misterio. Según Soriano, vio rastros de Alvarado que cruzaban la tranquera y subía en dirección a una ruta. Aparentemente estaba sin dinero porque no había cobrado los dos días de trabajo.

En la cabaña quedó una mochila con sus documentos y un celular con dos chips, según afirmó el propietario de la estancia.

El establecimiento Santa Lucía se encuentra en una zona boscosa, donde Soriano trabaja la madera. La investigación está a cargo del fiscal Francisco Arrien quien encabeza un amplio operativo de búsqueda.

Más de 30 hombres de la Patrulla de la Montaña, Defensa Civil y el SPLIF, con la colaboración de perros adiestrados y el apoyo de un helicóptero del Sistema Nacional del Manejo del Fuego recorrieron un radio de 50 kilómetros cuadrados, en un intento desesperado de dar con el peón.

El celular encontrado y los dos chips fueron peritados en Viedma, pero no se pudieron sacar datos que permitan dar luz sobre la suerte de Alvarado.

Solo se pudo establecer que ese 22 de febrero, caminó unos 6 kilómetros por un camino vecinal hasta la Ruta 40, y desde allí todo es un misterio. (Bariloche Opina) 

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