“Aulas del oeste”: Desconfianza de los vecinos

El jueves (1-11-18) en la Universidad FASTA se desarrolló la última reunión del año de las llamadas “aulas del oeste”, encuentros organizados por la Secretaría de Desarrollo Urbano de la Municipalidad de Bariloche, como parte del proceso de co-producción de políticas urbanas que se están proponiendo para el oeste de la ciudad.

En la última reunión del año lo que más se expuso es un alto nivel de desconfianza de los vecinos, tal como asegura la presidenta de la junta vecinal del barrio Laguna El Trébol, Maite Vacarezza, “estamos acostumbrados a que nos digan una cosa y después hagan otra. Hay muchos ejemplos para dar”. En el programa “Ideas Circulares” expresó su principal preocupación: “Me asusta que no se respeten las reglamentaciones pre-existentes. Lo que ya está legislado especialmente en el caso de las reservas naturales urbanas, las áreas protegidas y parques. Ya hay trabajos importantes realizados de hecho nosotros tenemos mapas realizados con fondos de la ley de bosques donde figuran mallines que en los mapas municipales no están marcados. Para mí el agua es una preocupación enorme”.

Desde un primer momento uno de los planteos principales es justamente ese, a la hora de definir las distintas áreas y sus posibles desarrollos falta información importante como el mapa de Bosques Protectores, los mapas que delimitan las Reservas Naturales Urbanas y el del Parque Municipal  Llao Llao, el de mallines del Plan de Ordenamiento Anual de la R.N.U del Trébol, etc.

Como fruto del trabajo desarrollado en las “aulas del oeste” se ha presentado un mapa tentativo donde se despliega la zonificación del oeste, una crítica que se hizo es que no se incluyen al Cerro Catedral ni la Isla Huemul. “Esto genera mucha desconfianza” comentó Vacarezza.

Por otro lado según su análisis “la zonificación no está tan mal. Lo que están proponiendo a nivel normativo es más restrictivo aún que lo que hoy está vigente. Eso me pone contenta pero también me despierta desconfianza.”

Sencillamente la mayoría de los vecinos no les cree. Ya han tenido varias discusiones con los funcionarios que se ofenden por este escepticismo de la población.

También surgió el proyecto de las tierras de los militares como zona para urbanizar. Ante esto la respuesta es clara, representan el pulmón de Bariloche y no pueden tener ese destino. La única área verde publica que queda es esa. Por otro lado también se habla de que instalarían una escuela donde hoy está el Hipódromo. No se trató oficialmente pero ya son rumores que vienen circulando desde hace un tiempo.

Cada instancia de participación ciudadana propuesta oficialmente genera debates dentro de los grupos donde se plantean el real sentido de la participación, dando por cierto que los planteos no serán escuchados ni tomados en cuenta y que todo será una puesta en escena para convalidar los procesos. Cuando en realidad las decisiones ya están tomadas. Participar o no participar es la cuestión. Como sucede con las audiencias públicas, estas instancias no dejan de ser una oportunidad para expresar y poner en conocimiento aspectos de relevancia. Los que deciden participar lo hacen por este motivo aunque sin demasiada esperanza.

La audiencia por el aumento del boleto del transporte urbano de pasajeros lo dejó bien en claro: la participación ciudadana en las audiencias públicas en Bariloche se convirtió en un verdadero simulacro. Ángel Vainstein, miembro de la Multisectorial por el Transporte Público de Bariloche, expresó que “nadie se acercó para responder las inquietudes y los planteos que se han expuesto en la última audiencia por el aumento del boleto. Nadie dio la cara. No hay ninguna explicación. De acuerdo a la ordenanza se le deben responder a los oradores porqué rechazan sus planteos de lo contrario la audiencia es nula”. Por otro lado también destacó la “actitud despectiva de los funcionarios. Durante la última audiencia, se pasaron toda la jornada mirando sus celulares y enviando mensajes”.

Cuando la desconfianza se instala las sospechas se transforman en una reacción constante y el descreimiento lo envuelve todo, ante la necesidad de no querer ser una vez más engañados.

Lucas Zeni