Armar un paquete turístico no es tan difícil como parece

Planificar las vacaciones es uno de los momentos más placenteros del año, pero también puede llevarnos largas horas de consulta y generar toda clase de opiniones dentro de la familia. Te contamos cómo el armado de un paquete turístico ideal puede resultar de lo más sencillo.

Si bien existen infinidad de ofertas en el mercado, con inumerables posibilidades para todos los bolsillos y cantidad de personas, al momento de tomar un papel y un lápiz para organizar un viaje tiene algunos puntos en común que no hay que dejar de tener en cuenta.

Todos soñamos alguna vez con conocer lugares exóticos perdidos en el planeta, alcanzar esos puntos donde pocos han llegado alguna vez, pero si es la primera vez que se planifica un viaje, es preferible ir a lo seguro. Existen centros turísticos excelente dentro del país al alcance de la mano. Informarse bien de un destino, sus posibilidades, la mejor época para visitarlo, incluso utilizar una herramienta como Street View para tener un pantallazo, nos puede evitar grandes dolores de cabeza.

Una vez que hemos puesto el "dedo" sobre el mapa, hay que llegar. Hay que analizar todas las alternativas para viajar, como vuelos, medios terrestres e incluso, marítimos si es necesario. Existen varios buscadores que facilitarán la comparación de precios, ofertas y promociones. Tip: nunca comprar el primer precio que encontremos. Según la empresa, el día, la hora e incluso, la disponibilidad de asientos, pueden hacer una gran diferencia a la hora de pagar.

Ya decidido el destino y el transporte, viene el momento de saber dónde alojarse. Aquí la tecnología también se transforma en una aliada perfecta. Hay sitios especializados en la búsqueda de alojamiento. A tener en cuenta: Si bien los hoteles suelen ser más baratos, en general no tienen la posibilidad de una cocina para prepararse alguna comida. Una casa o cabaña compensa en el precio muchas salidas a restaurantes.

Ir a un lugar desconocido sin contratar una visita guiada, si bien en muchos casos genera esa adrenalina de la aventura, no suele ser la mejor decisión. El tiempo es lo que menos podemos desperdiciar en las vacaciones y no se lo puede perder preguntando, extraviándose, dependiendo del GPS o de una buena señal. Por lo menos un día tiene que tener un programa con guía para saber más de la historia, los puntos de interés y la identidad del destino.

No intentemos hacer todo en un solo viaje. Algo que en el momento de la planificación tiene que quedar en claro, es que por cada lugar turístico, se multiplican las ofertas a su alrededor. Ya no existe el recorrido lineal en un sitio, pues se suman alternativas nuevas para conocer y disfrutar. Por eso saber de antemano qué vamos a hacer y no desviarnos, al menos demasiado, del plan original, nos hará disfrutar más cada momento y evitaremos volver a casa más estresados.