Mariano Cordi fue condenado a prisión perpetua por el femicidio de Valeria Coppa

El Tribunal integrado por los jueces Héctor Leguizamón Pondal, Marcelo Barrutia y Bernardo Campana condenó a Mariano Cordi a prisión perpetua por el asesinato de Valeria Coppa frente a la Catedral de Bariloche.

De esta manera se hizo lugar al pedido de la fiscal Betiana Cendón, del jefe de fiscales Martín Lozada, y de la Querella encabezada por Natalia Araya, contra los 12 años que había solicitado la Defensa representada por el abogado Marcelo Ganuza.

Los jueces hicieron referencia a lo manifestado por la psiquiatra forense Verónica Martínez, respecto a la escasa tolerancia a la frustración e impulsividad que determinaron su acción violenta y señalaron que "hubo un armado y un encuentro", descartando lo presentado por la defensa como posibles atenuantes, como un consumo problemático de drogas y un intento de suicidio.

En la sala de audiencias estuvieron presentes los padres de Valeria Coppa, Marianella Ubilla y Juan Carlos Coppa, acompañados por familiares, amigos y también integrantes de organizaciones sociales.

"Este Tribunal por unanimidad resuelve aceptar mediante homologación el acuerdo parcial al que arribaron la fiscal Betiana Cendón, el abogado Marcelo Ganuza y el acusado Mariano José Cordi..." y declararlo "autor penalmente responsable por el (...) homicidio agravado por el vínculo entre el agresor y la víctima, por concurrir en circunstancias de violencia de género (...) y por lo tanto, condenarlo a la pena de prisión perpetua con costas..."

"Se hizo justicia, pero Cordi va a seguir vivo y mi hija no", dijo la mamá de Valeria

Valeria Coppa tenía 40 años, trabajaba en la SENAF (Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia) y tenía dos hijos de 16 y 9 años. El martes 29 de enero se encontró con Mariano Cordi en la plaza de la Iglesia Catedral cerca de las 16, por pedido de él, quien le disparó en la cabeza con un arma de fabricación casera. Más tarde ella murió en el Hospital Zonal.

El asesino desapareció por tres días, pero tras operativos de rastrillaje, fue encontrado en inmediaciones del cerro Carbón, y llevado al nosocomio local, donde se constató que tenía un tiro en la cabeza con la misma arma conque mató a Valeria. Una vez que se pudo salvar su vida, fue llevado al penal de Ezeiza a la espera de la decisión de la justicia. (Bariloche Opina)