Tango y confort de la mano en Buenos Aires

El tango se escucha, se baila y se vive en Buenos Aires. Son innumerables las propuestas para acercarse a este universo nacido en el Río de la Plata en el siglo XIX. Con espectáculos contínuos, bares y tanguerías, la city porteña no para de asombrar.

La música rioplatense, fusión entre la cultura africana, aporte de imigrantes europeos y de los gauchos locales, traspasó los tiempos y hoy sigue vigente de la mano de extraordinarios cultores. En las calles de La Boca, por ejemplo, se "arman" shows en distintos locales o en la calle, donde incluso el turista puede tomar una clase de tango.

Para alojarse, nada mejor que el Palacio Álzaga Unzué la mansión del Four Season Buenos Aires, ubicado a una distancia ideal de los principales centros tangueros de la ciudad, que conserva el estilo francés y antigüedades originales evocando al viejo Mundo.

Desde allí, uno de los puntos obligados es el Café Tortoni, el más antiguo de Buenos Aires, ya que fue fundado en 1858 y tuvo en sus mesas a personalidades como Carlos Gardel, entre muchos más. La Confitería Ideal, El Querandí, El Faro o el Bar Sur, son otros de los puntos de interés.

No es difícil encontrar donde tomar clases de tango, para así sentirse menos inseguro a la hora de salir a la pista. Hay mucha oferta donde en pocas horas, ya se pueden dar los primeros pasos al 2x4 consistentes en ocho simples movimientos.

Otra propuesta es denominada "Tras los pasos de Gardel"con nueve lugares donde estuvo el célebre cantante de tango. Pero no solo La Boca tiene su raíz tanguera. Boedo es uno de ellos, cuyas calles estrechas guardan secretos, como la esquina de San Juan y Boedo, nombrada en el tango "Sur" de Homero Manzi.

Pero hay más: El tango se baila y se respira en el Club General Belgrano, El Tacuarí, La Mariposita, El Beso, La Nacional, el Club, La Viruta, el Salón Canningo o La Glorieta de Belgrano, uno de los pocos lugares donde se puede ver el atardecer mientras bailan tango y la única que se organiza a la gorra.

Ph: Felice Willat Photography