Walter Cortés: "Jamás se me pasó por la cabeza insultar o agredir a una mujer"

El referente de la Asociación de Empleados de Comercio, Walter Cortés respondió a las denuncias de dos trabajadoras de la CEB por presunta violencia de género. El hecho habría ocurrido el viernes pasado dentro del edificio de la Cooperativa de Electricidad Bariloche.

Al respecto, Cortés dijo esta mañana en conferencia de prensa que "primero quiero aclarar que soy padre de tres mujeres. En el gremio, casi el 70 por ciento de los cargos son ocupados por mujeres, venimos de una mujer, y tenemos un profundo respeto hacia ellas".

"Jamás en toda la historia de mi vida sindical y política se me pasó por la cabeza insultar o agredir a una mujer. Pero sí en la CEB pasan situaciones horrorosas, producto de la falta de dirección y de la anarquía", aseguró.

Pero "en el fragor de la discusión gremial donde defiendo a los trabajadores, seguramente levanto la voz y pongo énfasis en las situaciones injustas, donde se ejercen muchas veces discriminación, persecución, y también abusos. Seguramente con mi actitud se han sentido perjudicadas, y a eso le llaman violencia de género. Si para ellas es así, les pido disculpas".

Seguidamente afirmó que "dentro de la CEB hay persecución y lo tenemos documentado. Tengo notas de Whatsapp de la señora Paladino donde a un trabajador le dice "que se saque la barba", mientras que el resto de los compañeros no lo hacen, y en otra le dice que "en la próxima te pongo una sanción (sic)", generando confusión entre los trabajadores".

Afirmó que cuando llegó al edificio de la cooperativa, habían dos trabajadores quienes "son testigos de que jamás les falté el respeto".

Pero por otro lado, informó que "en en la CEB hubieron dos acoso sexuales, dos compañeras de maestranza que se vieron encerradas y tocadas, por ese tema hay dos denuncias penales de acoso sexual. Ninguno de los empleados que firmó la nota en mi contra por violencia de género se solidarizó con las trabajadoras".

Dijo además que en la Cooperativa "hay actitudes discriminatorias y diferencias entre trabajadores de primera y de segunda, defniniendo a los primeros como quienes "ensucian las tazas, llenan de barro y les hacen hacer la comidad" y a los otros que "van y limpian".

Tampoco "hay capacitaciones para nuestra gente en la CEB, nuestro personal es la servidumbre, casi la esclavitud. No tienen botiquín, en Onelli no hay cocina para poder servirse un desayuno, no anda la caldera de calefacción, no hay uniforme ni refrigerio"

Y finalizó: "Acá lo que yo creo que hay es una gran mala intención política, y yo la verdad que veo y pienso que esta situación que se da es de desmanejo, entonces pasan estas circunstancias de injusticia donde en realidad el que más paga es el que menos cobra". (Bariloche Opina)