Cómo es el protocolo ante un caso sospechoso de COVID-19 en el Hospital Zonal

Bariloche Opina conversó con Romina Berazategui, médica integrante del equipo de Epidemiología del hospital, y con Rodrigo Bustamente, referente del equipo de Salud Ambiental, sobre cómo se vive cada día la pandemia en la ciudad, en especial dentro del nosocomio local.

"Es mucho el trabajo que se hace", señaló Berazategui. "La epidemiología es una rama de la medicina que que lo que hace es evaluar no solo la clínica, sino el contexto social en donde se producen las enfermedades. Este es un momento donde nuestra función empezó a tener más relevancia".

Dijo que "desde que empezó la pandemia, se conformó un equipo más grande. Nosotros tenemos una epidemióloga desde hace muchos años que tiene mucha experiencia, especialmente con hanta, y junto a Salud Ambiental, se formó este equipo que se encuentra identificando y aislando los casos en forma temprana para evitar la propagación".

Consultado por el mecanismo que se aplica ante un caso sospechoso y la detección de un posible nexo epidemiológico, Bustamante explicó que "nuestro trabajo empieza desde los consultorios, cuando se identifica a un paciente, se le realizan análisis de PCR con el hisopado y cuando da positivo nosotros nos comunicamos con él, para saber con quién estuvo, dónde se pudo haber contagiado y a quién pudo contagiar".

"Eso nos permite prever quienes serán los casos positivos porque ya tenemos identificadas las ramificaciones de los casos anteriores", continuó. "La idea es tratar de encontrar el camino que hace el virus, de dónde viene y tratar que no se siga diseminando".

Hablaron sobre la imposibilidad, en muchos casos, de reconstruir el nexo epidemiológico ante la confirmación de un activo. "En Bariloche tenemos transmisión comunitaria y eso significa que hay circulación en la mayoría de los barrios, pero mediante las entrevistas, vemos que no son tantos los casos que no se relacionan".

"Lo que vemos que en su mayoría, corresponden a vínculos sociales a través de una juntada, una reunión, por lugares más comunitarios", dijo Berazategui.

En cuanto a los miedos por una posible "estigmatización" cuando se detecta un caso positivo, explicó que "cada vez que hacemos la entrevista, que muchas veces son por teléfono, o vamos a los barrios, les pedimos que nos den toda la información, ya que ésta es confidencial y forma parte tanto del secreto médico como del estadístico".

"Pero para nosotros es muy necesario, porque mientras podemos diagnosticar si hay nexo epidemiológico, vamos más temprano a realizar el aislamiento y el diagnóstico. Eso permite que podamos focalizar el brote y que no se siga expandiendo el virus".

¿Cómo es el seguimiento?

Rodrigo Bustamante amplió sobre cómo se hace este seguimiento. "Es una labor muy disciplinada donde hay que registrar todos los datos para que no se pierda nada. Nosotros primero hablamos con el caso, lo cual lleva un tiempo para saber cuándo se empezó a sentir mal porque de ahí depende de cuándo comenzó a contagiar".

"Tenemos que distinguir bien eso, porque a veces la gente lo minimiza", remarcó. "Tenemos que ver dónde estuvo dos semanas antes y con quiénes. Eso también cuesta que nos digan. Pero con toda esa información se llama a cada persona, se determina si hubo una posibilidad de contagio para indicar al aislamiento".

Cuando están identificados los contactos estrechos, se hace un seguimiento diario con una llamada para saber si tienen síntomas y ahí se hisoparían. En Bariloche se calcula actualmente que hay unos 200 pacientes aislados, que están en sus domicilios, mientras que los activos confirmados se reparten según su gravedad en el Hospital, u hoteles de la ciudad.(Bariloche Opina)