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FINANZAS

Préstamos bancarios: cómo pedirlos y qué tipos existen 

Préstamos bancarios: cómo pedirlos y qué tipos existen 
sábado 21 de agosto de 2021

Hacer frente a una deuda con una tarjeta de crédito, invertir en un proyecto personal, remodelar la casa o cubrir los gastos del casamiento son solo algunos motivos por los cuales las personas recurren a los préstamos bancarios.

Pues, más allá del objetivo que se desea conquistar, cuando no se cuenta con un respaldo económico importante, la mejor manera de obtener el dinero que se necesita para poner en marcha los sueños y proyectos, es a través de los préstamos.

Y, como para cada situación hay una solución concreta, antes de dirigirse al banco es importante conocer el proceso para solicitar préstamos, así como los diferentes tipos que existen.

¿Qué son los préstamos?

Antes de entrar en detalles de trámites y cuál elegir, hay que dejar claro en qué consisten los préstamos.  En palabras sencillas, se trata de una herramienta financiera a través de la cual una persona o empresa accede a una cantidad de dinero, con la promesa de devolverlo en un tiempo determinado.

Junto a los fondos que se reciben, el solicitante además se compromete a cancelar los intereses pactados, gastos y comisiones establecidas por la institución que lo otorga (banco o financieras).

Tipos de préstamos

Al suponer un compromiso, en el cual se comprometen los ingresos futuros, solicitar un préstamo es algo que no se hace a la ligera; por tanto, vale la pena responder algunas cuestiones antes de seguir el trámite:

-  ¿Cuánto dinero se necesita realmente para el proyecto?

- ¿Están las condiciones dadas para afrontar una inversión?

Con el panorama más claro, el siguiente paso es identificar el tipo de financiamiento que se necesita, o en otras palabras, cuál de las opciones disponibles es la que mejor se ajusta al proyecto. Esos son:

Préstamos personales: estos son los más comunes, ya que están destinados a las personas naturales. Se utilizan para afrontar gastos espontáneos, financiar estudios o unas vacaciones. Por lo general, son montos bajos.

Préstamos hipotecarios: cuando se tiene el deseo de adquirir la primera vivienda propia, hacer reparaciones en el hogar o mudarse a un nuevo lugar hay que solicitar un crédito hipotecario.

Están diseñados para cubrir una suma considerable de dinero y ser devueltos en un largo período de tiempo. De este tipo, están los tradicionales y los préstamos UVA, estos últimos están indexados con la inflación.

Préstamos empresariales: este tipo está orientado, como su mismo nombre lo indica, al sector empresarial para todas aquellas compañías que estén planteándose expandir su negocio o realizar una inversión puntual, para lo cual requieren una inyección de capital.

También están los préstamos al consumo que son aquellos dirigidos a financiar la adquisición de un auto, por ejemplo, u otro tipo de compra grande que no puede ser cubierta por uno de tipo personal.

Y, por último, no se puede dejar de mencionar una modalidad que se ha hecho popular en los últimos años, los préstamos online. Estos se solicitan directamente en la web, se acreditan en el acto y los requisitos son mínimos. Perfectos para solventar situaciones inesperadas.

¿Cómo se solicitan los préstamos?

Solicitar un préstamo es mucho más sencillo de lo que se cree. Si bien el procedimiento difiere según el acreedor elegido, por lo general el primer paso es juntar los requisitos exigidos según el tipo de préstamos a solicitar, por ejemplo en los personales: DNI, recibo de sueldo, y luego dirigirse al banco más cercano a entregarlo.

Respecto a los préstamos online, los interesados solo deben completar un formulario digital y listo. La ventaja de esto, es que se pueden realizar cualquier día y en el horario que mejor convenga.

Por su puesto, todos ellos están sujetos a una evaluación que le permite al banco decidir si otorga el monto solicitado. 

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