jueves 28 de marzo de 2024
18.9ºc Bariloche

CLON DE UN CLON

Crearon retoños del manzano de Newton que vive en el Instituto Balseiro

Crearon retoños del manzano de Newton que vive en el Instituto Balseiro
Crédito foto: Prensa del Instituto Balseiro
Crédito foto: Prensa del Instituto Balseiro
martes 12 de abril de 2022

 Está en marcha un proyecto de preservación del famoso manzano del Instituto Balseiro en el Centro Atómico Bariloche, que es un retoño del manzano que habría inspirado al padre de la ley de la gravitación universal, Isaac Newton.

A partir de una reciente poda, se crearon cuatro nuevos retoños del árbol patagónico. Uno fue plantado hace pocos días en el parque del CONICET, en Buenos Aires.

En esta historia de “clones”, uno de los protagonistas es el famoso manzano que vive en el parque principal del Instituto Balseiro. Siempre se lo llama “retoño” del manzano que inspiró a Isaac Newton, aunque los especialistas explican que en realidad es un clon que tiene el mismo ADN del manzano original en su tronco y copa; e integrado a otro árbol, que se usó para generar las raíces.

Lee también: Ya se encuentran abiertas las inscripciones 2022 del Instituto Balseiro: se ofrecen becas completas

Ahora, un equipo de la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA) de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) está llevando a cabo un proyecto de preservación y reproducción del famoso árbol ya patagónico, plantado en 1980 en el Balseiro. Así, están estudiando su genética y buscan certificar su vínculo con el árbol original. El trabajo incluyó la selección de ramas para realizar nuevos retoños, y el primero ya fue entregado como obsequio institucional hace pocos días (Ver Recuadro).

Una propuesta de 2005

En septiembre de 2021, una comitiva de la FCA de la UNCUYO visitó el Balseiro, ubicado en el Centro Atómico Bariloche. El equipo de especialistas estuvo compuesto por la decana de la citada Facultad, María Flavia Filippini; el secretario de Investigación, Internacionales y Posgrados, Rodrigo López Plantey, y un profesor de la Cátedra de Fruticultura de la misma facultad, Miguel Ojer.

Durante esa visita, Filippini contó que la idea de generar un proyecto de preservación del manzano había surgido en 2005, a partir de la propuesta de un ex decano de la citada Facultad, Luis Marti. “Él siempre soñó con que la Facultad de Ciencias Agrarias intensificara los lazos con el Instituto Balseiro a través de poder generar plantas y recuperar el manejo del manzano en general”, dijo.

“Con la nueva gestión del Balseiro y la gestión actual de la Facultad de Ciencias Agrarias pensamos que era hora de armar un proyecto juntos. Es un manzano que tiene muchísima importancia para Argentina. Entiendo que hay tres en el país y significa nada menos que parte de nuestra historia en ciencia”, agregó Filippini, durante la citada visita.

Así fue como el director del Instituto Balseiro, Mariano Cantero, realizó las gestiones durante 2021 para proponer que se declarase a este manzano como “patrimonio histórico” por parte de las dos instituciones de las cuales depende el Instituto Balseiro: la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la UNCUYO. Esa declaración está en proceso de aprobación en la actualidad.

Sobre la poda

Durante el viaje de septiembre pasado, mientras realizaban el trabajo de poda, desde el Área de Comunicación Institucional y Prensa del Instituto Balseiro se realizaron entrevistas al equipo. Filippini, decana de la FCA de la UNCUYO explicó que durante la poda de mantenimiento se extrajo material para hacer nuevas plantas. Y agradeció a la Secretaría de Vinculación y Extensión de la UNCUYO, a la CNEA y al Instituto Balseiro (CNEA-UNCUYO) por apoyar este proyecto.

Filippini también contó que se estudiaría la genética del manzano que vive en el Balseiro para corroborar su identidad y compararlo con los ejemplares que hay en Inglaterra, provenientes también del mítico manzano.

Por su parte, el profesor de la cátedra de Fruticultura de la FCA, Miguel Ojer, explicó que la poda tuvo como objetivo clave rejuvenecer la planta. “Había estado varios años sin podar y la propia carga de manzanas estaba haciendo un arqueado en la parte superior; además, a medida que la planta va dando fruta se va envejeciendo”.

Ojer contó que, además de mejorar su preservación, a través de la poda también se pudo recuperar el material genético del árbol con el objetivo de realizar dos tipos de propagación: por meristemos, in vitro; y por la injertación sobre pies. Éste último método involucró la extracción de una rama más joven, y que en Mendoza fue utilizada en secciones para ser injertadas sobre pies, denominados “MM111”. ¿El resultado? Plantas idénticas genéticamente al material original.

Clones de un clon

La palabra “clon” lleva a recordar películas de la saga de la Guerra de las Galaxias, la novela brasileña “El Clon” o incluso a personajes como Groot de Guardianes de la Galaxia, entre muchas otras referencias de la ciencia ficción. Pero en esta oportunidad se trata de un caso real y concreto de un tipo de clonación de plantas, y con mucha historia de fondo.

Rodrigo López Plantey, secretario de Investigación, Internacionales y Posgrados de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCUYO, explicó que aunque el manzano del Balseiro se conoce como “retoño” del manzano de Newton es en realidad un clon. “Si bien se lo conoce como un retoño, en realidad el manzano que está en el Balseiro no es un hijo del manzano de la familia de Newton porque no hay un cruzamiento entre padre y madre sino que es un clon”, afirmó López Plantey, que es ingeniero agrónomo y docente.

“Es exactamente el mismo árbol; o sea que también viene de un clon del árbol que estaba en la casa de la madre de Newton ya por 1665. En 1980 se envió de Inglaterra a Argentina un esqueje y acá en Argentina ese esqueje se injertó sobre un pie”, explicó López Plantey. “La parte de arriba es el clon del árbol de Isaac Newton y la parte de abajo es una raíz o un sistema radicular de otra especie que está mucho más adaptada a nuestra zona, a nuestro tipo de suelo y que le va a permitir llegar el vigor a la planta a poder rebotar y formar un árbol”, agregó el ingeniero.

“El material que extrajimos el año pasado estaba muy envejecido por lo cual logramos satisfactoriamente reproducir cuatro ejemplares, de los cuales uno es el que se entregó al CONICET en Buenos Aires. Todos se realizaron mediante injerto tipo inglés simple lengüeta sobre pie MM111 que es un pie vigorizante, para que el árbol pueda crecer con fuerza”, detalló López Plantey.

López Plantey resaltó asimismo la colaboración entre las dos instituciones educativas y de investigación universitarias: Instituto Balseiro (CNEA-UNCUYO) y la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCUYO. “Se trata de un trabajo conjunto con un fin para las generaciones venideras y con el fuerte interés de salvaguardar el patrimonio cultural y científico que representa el árbol en sí”, dijo.

El “manzano de Newton” del Instituto Balseiro no es único. En Argentina existen otros dos manzanos “clones” del mismo árbol: uno vive en el Laboratorio TANDAR de la CNEA y otro en la Sede Central de la CNEA en Buenos Aires. Y en el mundo, hay especímenes repartidos en varios países, además de Inglaterra, en los Estados Unidos, Canadá y Nueva Zelanda.

A partir de los nuevos retoños, habrá más oportunidades de inspirar desde la naturaleza a las nuevas generaciones de profesionales de la ciencia y la tecnología.

Por Laura García Oviedo / Área de Comunicación y Prensa del Instituto Balseiro.

¿Qué te genera esta noticia?


Me gusta 0%
No me gusta 0%
Me indigna 0%
Me da tristeza 0%
Te puede interesar
Últimas noticias