Hace escasas semanas nuestra pequeña Pyme radicada en Bariloche era víctima de una maniobra de la provincia, que casi nos lleva a la quiebra.

Hoy, leemos en los diarios que una Pyme de Corrientes, Avícola Santa Ana; corre con la misma suerte.

Como denominador común: la opresión, la persecución a quienes trabajamos y generamos empleo. 

Los actores principales: la clase dirigente, los funcionarios públicos cómodamente sentados en sus sillones.

Sus principales armas: la ineptitud y la inoperancia en el mejor de los casos, ignorancia, ausencia de criterio, cuando no, acciones coercitivas infundadas contra quienes denunciamos y peleamos por mejores condiciones para el sector productivo. Todo esto en un país que se debate en la pobreza, que ya supera el 42%, y con una inflación proyectada de más del 110%, cifras que nos aseguran que seguirá en crecimiento. 

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En este contexto, Pymes productivas SOMOS OBLIGADAS a tirar nuestra PRODUCCION, nuestro esfuerzo, nuestro trabajo, que, por otra parte, son ALIMENTOS para la POBLACIÓN. Pero, además, todo esto termina siempre afectando el bolsillo de todos nosotros como consumidores.

Ej. claro ha sido en treinta días el aumento del 110% del pollo y los maples de huevos.

El cómplice necesario: nuestra indiferencia. La pregunta: ¿qué están haciendo las instituciones que nuclean al sector? ¿Y los organismos de defensa del consumidor?
¿Y vos? ¿Vienen por vos también, seguirás esperando apaciblemente tu TURNO?

Es necesario y con carácter urgente empezar a alinear el discurso y los hechos, caso contrario, los valores más básicos de nuestra democracia seguirán siendo avasallados hasta nuestra total dependencia del ESTADO.

Gabriel Trujillo
DNI: 20844312

Imagen Avícola Santa Ana