Reforestaron con especies nativas el Berghof

Hace ya varios años que el Club Andino Bariloche, consciente de la preservación de nuestros bosques nativos, venía trabajando la idea de reemplazar paulatinamente el pinar existente en el predio por especies autóctonas.

Luego del incendio que en noviembre del 2011 quemó la histórica estructura del refugio Berghof, a esa idea se sumó la preocupación por el peligro de incendios que significaba ese añejo bosque de pinos. Así fué que el CAB contactó al INTA solicitando asesoramiento para el manejo de ese pinar y un grupo del área forestal fue a ver el sitio y analizar la situación.

Según el investigador del Conicet Mario Pastorino, se hizo un diagnóstico y "vimos que había un riesgo importante de incendio porque los árboles estaban muy crecidos y nunca habían sido ni podados ni raleados, esto había cubierto todo el sitio siendo un bosque muy denso y cerrado, con ramas hasta el piso." En ese momento se aconsejó intervenir con raleos y podas para bajar la cantidad de combustibles forestales. Además, se hizo un manejo tendiente a reconvertir ese pinar en el bosque de lengas que había sido presumiblemente antes de la plantación de Meiling.

El CAB tomó la iniciativa de encarar un aprovechamiento y manejo del bosque contratando a forestales privados que se encargaron de la poda y se obtuvo madera que se utilizó para la construcción del nuevo refugio y la restante para cubrir los gastos del Plan Manejo, encontrándose aún pendiente la extracción de gran cantidad de leña y orillas de pino que esta entidad busca regalar a quienes lo necesiten.

Cuando el Plan estuvo avanzado el CAB se volvió a conectar con el INTA para solicitar colaboración en la planificación y dirección de una reforestación con nativas. El INTA resolvió donar 550 plantas de lengas que había en el vivero experimental, tras el trabajo realizado por Abel Martínez y Mario Huentu. Las semillas de esas plantas se habían extraído del propio cerro Otto cuando se fue a realizar el análisis de la situación del pinar, dado que era una época de alta producción de semilla, cosa poco frecuente.

El INTA dirigió las tareas finales de cómo preparar el bosque para la plantación, se limpiaron desechos y se acondicionó el sitio, de aproximadamente 1/2 hectárea. El Club realizó la convocatoria llamando a voluntarios para hacer la plantación.

El día viernes 18 pasado concurrieron alumnos de 2do grado turno mañana de la una escuela de Dina Huapi, acompañados de docentes y padres, quienes plantaron una buena cantidad de lengas en las cercanías de la casa donde vivió Otto Meiling. Y al día siguiente, 19 de octubre, se concretó la plantación con ayuda de más de 60 voluntarios que concurrieron al lugar.

En un principio "creíamos que nos íbamos a quedar cortos y plantamos más espaciadamente pero nos dimos cuenta que eran suficientes plantas por lo que cubrimos bien todos los espacios que el CAB quería reforzar", explicó Pastorino, quien estimó que si las plantas prenden bien en cinco años "las veremos asomando de un metro y medio de altura a dos metros", aunque “ hasta que tengamos un bosque adulto van a pasar unos 30 años”.

El presidente del Club Andino Bariloche, Martin Joos, agradeció a todos los socios, amigos y vecinos que hicieron posible la concreción de esta idea, destacando la entusiasta participación de los chicos de Dina Huapi, y la fundamental colaboración del INTA y su gente. Ahora resta que una lluvia acompañe este esfuerzo espontáneo y comunitario.

Mario Pastorino destacó la importancia de reforestar con nativas porque los pinos transforman totalmente el ecosistema natural, "no sólo se pierde la lenga sino un montón de especies de hierbas, animales, insectos asociados a estos árboles. Recomponer parcialmente esa situación original es algo bueno, que distingue a Bariloche y toda la región ya que bosques de pinos hay por todos lados".