El Hospital recibirá denuncias de la Línea 102
La Línea 102, de atención a víctimas de violencia de género, trabajará junto a la recientemente creada oficina de atención a víctimas de abuso sexual, en el ámbito del Hospital Zonal Ramón Carrillo. El espacio fue creado a comienzos de mes y las operadoras de la Línea 102 ya trabajan en los protocolos de derivación. El pasado 3 de febrero se inauguró en el Hospital Zonal de nuestra ciudad un servicio destinado a atender personas víctimas de abuso sexual en primera instancia, con el objetivo de evitar revictimizar a quienes sufrieron este aberrante delito.
El abuso sexual constituye un hecho gravísimo, y dada su sensibilidad se requiere de la articulación con los profesionales e instituciones especialmente capacitados para trabajar en la reparación de sus consecuencias. Sin embargo, saber qué hacer, cómo hacer, donde concurrir de manera inmediata es fundamental.
“Por eso, la Línea 102 se constituirá en un apoyo insoslayable para este nuevo servicio, facilitando y garantizando, telefónicamente, una rápida y efectiva derivación de acuerdo a la particularidad del caso, como así también las indicaciones precisas acerca de qué hacer”, señaló la Directora General de Equidad de Género del Municipio, Mercedes Pietranera.
La titular del área bajo la cual funciona la línea de atención a víctimas de violencia de género describió cómo será el protocolo de actuación: de detectarse un posible abuso sexual, si el hecho ocurrió dentro de las últimas 72 hs, la derivación será de manera inmediata al Hospital Zonal, donde la persona será atendida por el equipo médico especializado. Si se trata de casos crónicos, es decir prolongados en el tiempo, y cuya última agresión no se haya producido dentro las últimas 72 hs, se las derivará a la Oficina Fiscal de Atención a la Víctima (OFAVI).
Desde la Dirección, explicaron que el abuso sexual se refiere a cualquier acción que presiona u obliga a alguien a hacer algo sexualmente que no quiere hacer; y comprende desde besos y caricias no deseadas, hasta la violación propiamente dicha o su intento. Son actitudes y comportamientos que realiza una persona sobre otra, sin su consentimiento o conocimiento y para su propia satisfacción sexual, utilizando para esto mecanismos tales como la amenaza, el engaño, la seducción.
El agresor puede actuar desde la violencia explícita, o bien valerse de un vínculo de confianza, afectivo, para romper los límites de la intimidad. No hay un ámbito específico, puede suceder en la calle, en el seno de una familia, de una institución, o con un vecino, profesor, en el lugar de trabajo. Puede darse prolongado en el tiempo, o como hechos aislados y puntuales.
Los efectos de la agresión son múltiples. La situación es vivida por la víctima como un suceso traumático, es decir, como algo que impresiona tanto que no se puede elaborar, y por ello se intenta olvidar.
Por último, es importante aclarar que el abuso sexual no es sólo penetración o agresión física, sino que abarca desde el contacto físico, (tocamientos, masturbación, sexo oral), hasta la ausencia de contacto (exhibicionismo, erotización con relatos de historias sexuales, vídeos, películas, fotografías). El abuso sexual constituye un delito, una grave violación a los derechos humanos, y como tal debe ser denunciado.
