La técnica del puntillismo potencia la creatividad y tiene un gran poder terapéutico

Aunque surgió a principios del siglo 19, esta técnica sigue teniendo gran vigencia por su belleza y cada vez más personas en el mundo quieren aprenderla. La artista Celina Emborg ha sido un apoyo a quienes desean estimular su creatividad y su concentración a través del puntillismo.

Por su belleza, originalidad y gran impacto visual el puntillismo se ha convertido en una técnica pictórica muy admirada en todo el mundo. Cada vez hay más personas que quieren aprenderla y también están los que buscan alguna obra que represente esta corriente para engalanar un espacio importante en su hogar.

Nos referimos a la técnica pictórica que se basa en plasmar imágenes a través del punteado, es decir, se ejecuta colocando puntos sobre un lienzo u otra superficie que van tomando forma. Los puntos vienen siendo las pinceladas que reflejando figuras, además de efectos de color, luces y sombras.

Esta manera de pintar ya estaba presente en tiempos remotos entre los indígenas australianos para dar vida a sus dibujos y diseños. Sin embargo, el puntillismo como técnica artística en sí surgió en la década de 1880 de la mano del artista neoimpresionista francés George Seurat, seguido por otros exponentes que se maravillaron con la técnica como Vlaho Bukovac y Henri-Edmond Cross.

A pesar de tener muchos años en la palestra artística, el puntillismo sigue considerándose una técnica innovadora y siempre hay muchísimas personas que se apasionan con ella, al punto de querer aprender aunque sea nociones básicas y buscan la manera de hacerlo.

Gran parte de la receptividad que ha tenido el puntillismo radica en que es una técnica catalogada como terapéutica. Es antiestrés porque calma, relaja y alivia la ansiedad.

Para iniciarse no es necesario saber dibujar ni pintar, lo fundamental es tener las ganas de aprender. El entusiasmo que impulsa a mejorar la técnica no se pierde, por el contrario, es progresivo.

Talento a disposición del mundo entero

En Argentina, y en todo el mundo gracias a las nuevas tecnologías que no conocen fronteras, se cuenta con el gran talento de la artista Celina Emborg, quien ha puesto a disposición de todos los interesados en esta hermosa técnica del puntillismo toda la información, patrones, tips y recomendaciones necesarias, además organiza talleres presenciales y cursos online que han tenido gran acogida no sólo en su país sino a nivel internacional.

Esta artista se enfoca en el puntillismo moderno, como ella lo ha catalogado, que viene siendo la evolución de la propuesta de Seurat lanzada a principios del siglo 19. La técnica de hoy en día se basa en puntos de diferentes tamaños y colores que además pueden estar superpuestos y pueden combinarse con trazos, pinceladas y líneas.

Señala la autora que la técnica ha tenido una repercusión tal que hoy en día traspasó los lienzos y también se usa como un elemento decorativo en objetos para adornar las estancias como macetas, piedras, telas, marcos de espejos, muebles y muchos más.

Mandalas, cuando se juntan el arte y la meditación

Una de las aplicaciones llamativas que le ha dado Emborg a la técnica del puntillismo es la elaboración de mandalas. Son muchísimas las personas que se han contagiado con esta iniciativa por todo el mundo, ya que es una manera innovadora, entretenida y muy rica visualmente de hacer estas imágenes que son de gran interés en todos los rincones del planeta.

Elaborar mandalas a través de la técnica del puntillismo es una manera de combinar el arte y la meditación. El trabajo consiste en armarlos a través de los puntos que se van colocando uno al lado del otro formando figuras geométricas, estrellas, entre otros elementos que constituyen los mandalas.

Esta actividad contribuye enormemente a potenciar la creatividad. Quienes participan en ella pueden desarrollar la capacidad de combinar colores y crear armados para producir nuevas formas. 

El tener que decidir sobre los diversos tamaños de puntos, en donde los colocarán y las secuencias, entre otros elementos, estimulan en las personas además la concentración y les ayuda a ejercitar la memoria. A la par, alcanzan un gran nivel de relajación y paz mental que son los objetivos de los mandalas.

En su sitio web la artista Celina Emborg da orientaciones precisas a quienes quieran desarrollar su potencialidad creativa elaborando mandalas mediante la técnica del puntillismo. Ofrece información además para quienes quieran perfeccionarse realizando talleres presenciales u online.