Se estrenó "Granizo" (M. Carnevale, 2022) en Netflix y las críticas negativas inundaron los medios y las redes. Si bien podría decirse que es una película mediocre, que apela a emocionar a un público masivo sin mayor distinción y, por lo tanto, no termina de llegar a casi nadie, quizás no sea peor que cualquier otra producción pasatista de Hollywood.

Entonces, me pregunto por qué no somos más tolerantes con nuestro propio cine. ¿Acaso tenemos una doble vara para medir las películas nacionales y extranjeras? ¿Nuestra mirada está más acostumbrada a ver cine comercial y liviano hollywoodense pero no así el de producción local? 

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El cine nacional es tan diverso como el extranjero. Hay grandes producciones de financiamiento privado, cine de autoría, cine independiente y producciones innovadoras financiadas con fondos públicos. Además, vale agregar que el cine nacional no es un género en sí mismo, sino uno en el que abundan los estilos y géneros. Cada vez hay mayor variedad en cine de terror, comedias, dramas, thrillers, etc. Entonces, no podría englobarse como un todo. 

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La situación de “Granizo” me lleva también a pensar en el financiamiento de nuestra industria y la situación actual del Fondo de Fomento Cinematográfico, que fue creado hace varias décadas para que el cine, a diferencia de otras industrias, se financie a sí mismo. Cada vez que compramos una entrada de cine o un DVD (entre otras transacciones ligadas al cine y TV), el impuesto de dicha compra va a ese Fondo, de manera tal que sea destinado exclusivamente a la producción audiovisual.

Sin embargo, en 2017, se promulgó una ley que modifica su esencia haciendo que, a partir de diciembre de 2022, dichos impuestos vayan a las rentas generales, poniendo en riesgo la garantía del financiamiento de nuevas películas. 

La industria cinematográfica es amplia y genera empleo en diversos rubros, no solo aquellos ligados de manera directa a la filmación, por lo que esta situación ha puesto en alerta a las organizaciones que nuclean a directores/as, productores/as, entre otros, pero debería alertarnos también al público en general que nos nutrimos gracias a su trabajo. 

Desde nuestro lugar, podemos defender el cine nacional informándonos sobre la situación y conociendo las producciones locales que están disponibles en varias plataformas. 

Cine.ar es la que concentra la mayor cantidad de películas nacionales, que han tenido financiamiento del INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) y están disponibles de manera gratuita en www.cine.ar Con solo crear un usuario a través de una cuenta de correo electrónico podemos acceder a películas como: 

"Planta Permanente" (E. Raduzky, 2022): un drama con tintes de comedia sobre una oficina pública que se ve revolucionada con la llegada de una nueva directora. Raduzky retrata con agudeza los detalles de la vida cotidiana de los/as empleados/as de planta, los conflictos con quienes tienen situaciones laborales precarias y las mezquindades presentes en todas las personas. Las actuaciones de Rosario Bléfari y Liliana Juárez son impecables.

"Las Vegas" (J.M. Villegas, 2017): una comedia romántica en la que el mundo adulto y el adolescente conviven en líneas difusas. Un hombre y una mujer separados desde hace algunos años, se reencuentran un verano en Villa Gesell, mientras comparten las vacaciones con su hijo adolescente. La ternura y torpeza inundan el ambiente, mientras se van destapando viejas heridas que, quizás, no  necesiten sanar.

"Joel" (C. Sorín, 2017): una pareja adopta a Joel, un niño de 9 años con un pasado duro. La nueva familia deberá acompañarse mutuamente en este nuevo aprendizaje en el que, quizás, el desafío más difícil venga desde afuera.

"Delfín" (G. Scheuer, 2018): un chico que asiste a la escuela primaria en un pueblo de la provincia de Buenos  Aires, quiere presentarse para conformar la orquesta infantil de un pueblo vecino.

"Recreo" (Stuart, Guerschuny, 2018): tres parejas de mediana edad deciden pasar un fin de semana en una quinta. Las diferencias entre los estilos de cada pareja y, al interior de cada una, saldrán a la luz entre tragos, descanso y tensiones.

"El peso de la ley" (F. Mirás, 2017): un thriller judicial que tiene a Paola Barrientos como una abogada en busca de algo de justicia dentro de un sistema viciado por los prejuicios y luchas de poder. 

Esta es solo una de las tantas opciones para acceder a buenas producciones nacionales. Tanto Netflix como Amazon Prime Video incluyen excelentes películas dentro de su catálogo, solo basta animarse, sacudirse los prejuicios y explorar nuestro cine nacional que ofrece películas para todos los gustos y que vale la pena defender ante su posible desfinanciamiento.