En horas de la madrugada de ese 17 de junio, el ex cabo Sergio Colombil persiguió a un grupo de chicos que según la policía acababa de cometer un robo y mató de un disparo en la cabeza a Diego Bonefoi en lo que fue un claro caso de gatillo fácil por el que más tarde , en 2011 , fue condenado a 20 años de prisión.

Esa madrugada se convertiría en una jornada que marcaría a la comunidad en un antes y un después.

A partir de los hechos ocurridos una pueblada sale a las calles para expresar su descontento ante la falta de acción de autoridades locales y hartos de vivir años en los que sistemáticamente se venían repitiendo estás situaciones en los barrios.

Discriminación y violencia institucional es la coerción que se ejerce en nuestrxs jóvenes en una ciudad que les da la espalda y lxs ve como delincuentes.

En el marco de esa represión con muchos heridos se produce el asesinato de Nino Carrasco,de tan solo 16 años y de Sergio Cárdenas de 29 años.

La desidia que acompaño a esas horas permitió observar la inacción y la falta de compromiso de funcionarios y políticos de turno.

Mientras se realizaban las protestas se observaba a las fuerzas policiales àvidas de violencia y sangre,los registros fotográficos y los centenares de pruebas corroboran los hechos.

Más tarde con los procesos judiciales ya en marcha los familiares fueron hostigados y perseguidos,pero jamás abandonaron su cometido.

El juicio a la cúpula policial fue un suceso histórico ya que demostraba que a través de la organización y la lucha se pudo lograr que los ex jefes policiales llegarán a juicio,marcando un camino a seguir para que finalmente se haga efectiva la condena.
Las diferencias sociales y el accionar policial desmedidos se hacen evidentes aún hoy , las heridas siguen doliendo.

El poder político mira hacia otro lado, parte de la ciudadanía también. Lamentablemente vemos una y otra vez casos de violencia por parte de las fuerzas policiales y en el último tiempo por parte de integrantes de la sociedad civil con posiciones radicales discriminatorias y de odio.

Estamos en una sociedad que necesita refundar su contrato social.
Debemos garantizar el derecho de las infancias,adolescencias y juventudes transformarnos en una comunidad que exige al Estado y da respuestas para que lxs jóvenes vivan en libertad sin ser estigmatizados por el barrio en el que viven.
Por un Estado con políticas públicas que de oportunidades y oficie de red para la juventud.

Por una comunidad de puertas adentro que se piensa con responsabilidad y empatía en la otredad, en la búsqueda de una salida colectiva.

Nunca más violencia.
Memoria, verdad y justicia por Diego,Nino y Sergio.