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Vertedero Municipal: Consecuencia de políticas ambientales ausentes

En el vertedero funciona el Laboratorio de Energías Renovables. Entrevistamos a Orellano, uno de sus responsables. Conocimos grandes avances que se contraponen con las graves urgencias resultado de la ausencia de planificación y políticas ambientales.

Vertedero Municipal: Consecuencia de políticas ambientales ausentes
domingo 17 de marzo de 2019

Lo que sucede en el vertedero municipal es una clara demostración de la ausencia de políticas ambientales. En ocasiones se dan avances, pasos que parecen presentar importantes soluciones que al no existir una planificación seria son como pasos perdidos. Y todas las potencialidades quedan en el aire, terminando  en la nada, mientras los problemas avanzan y cada vez se hacen más difíciles de resolver.

El año pasado se presentó el Laboratorio de Energías Renovables (LAER) en conjunto con la Municipalidad de Bariloche. El objetivo era generar energía a partir de desechos del Vertedero.

El LAER funciona en el ingreso al vertedero municipal a partir de un convenio firmado entre la municipalidad y la empresa Tres B, cuyo gerente es el Ingeniero Pablo Orellano, uno de los responsables del Laboratorio que se creó para desarrollar tareas relacionadas con la generación de energía. A cambio del lugar desde la empresa se comprometieron a desarrollar conocimientos sobre la producción de biogás de forma tal de poder  transferirla a los organismos municipales para que en el momento que tengan que tomar alguna decisión puedan contar con información científica y técnica.

En el programa de radio Ideas Circulares, Orellano aseguró que “durante el año pasado tuvimos una serie de avances bastante importantes”. “Al estar en ese lugar lo que empezamos a ver es que no solamente había necesidades con respecto a qué hacer con los residuos orgánicos. Detectamos otras necesidades. Qué hacer con los forestales, con los plásticos, las pilas y los aceites vegetales usados. Entonces desarrollamos una serie de prototipos para básicamente generar productos que tengan que ver con el aprovechamiento energético a partir de distintos tipos de residuos. Como los forestales se están manejando bien separados de los residuos sólidos urbanos lo que hicimos fue desarrollar unos gasificados para producir gas rico en hidrógeno, monóxido de carbono y metano, a partir del residuo forestal. La particularidad que tiene este tipo de gasificadores que nosotros adecuamos la tecnología para el uso de poda. Residuo que viene hasta en un 40 % de humedad (porque es madera verde) y de diversas especies. Entonces básicamente desarrollamos tres prototipos con la idea de poder utilizar esas fuentes de gas en lo que se llama calefacción urbana y calefacción industrial. En el caso de la calefacción urbana desarrollamos una caldera para calentar grandes volúmenes de agua pensado a nivel de barrio. Y en cuanto a usos industriales: esta información llegó a gente del Tren Patagónico que estaban pensando en hacer algo con los plásticos y desarrollamos una planta para la pirolisis de plástico (descomposición química de materia orgánica y todo tipo de materiales, causada por el calentamiento a altas temperaturas en ausencia de oxígeno) que usa como fuente de energía térmica la gasificación de residuos de poda".

"Hoy ese conocimiento lo estamos aprovechando en emprendimientos que tiene que ver con el uso integral de residuos".

En este sentido se definen dos líneas de trabajo una la producción de combustibles gaseosos y la otra la producción de combustibles líquidos. En la producción de combustibles gaseosos está la técnica de gasificación de biomasa y la otra que se comprometieron con la municipalidad es la de digestión de residuos sólidos urbanos húmedos. Lo que están llevando a cabo es el desarrollo de tecnologías para poder resolver que hacer con la basura.

Orellano afirma que “independientemente del tamaño de la ciudad, todas tienen problemas con los residuos,  sobre todo en los países que aún no han desarrollado tecnologías para darle valor in situ a la basura. Si hacemos una separación de la basura y vendemos como un commodity a cualquiera de los elementos el valor no supera los 10 centavos de dólar el kilo. En cambio si se hace una transformación se puede llegar al peso por dólar el kilo. Por ejemplo el plástico que se produce en la línea sur para La Trochita no tendría un valor mayor a 10 centavos de dólar por kilo, sin embargo como va a remplazar a un combustible que de otra forma Tren Patagónico lo tendría que comprar en  una petrolera. estas remplazando un commodity de un dólar por kilo. Cuando se analiza la transformación del commodity y su valorización, los beneficios ambientales y sociales que genera y se hace un estudio de costos, los proyectos empiezan a cerrar y  a ser sustentables no solamente desde el punto de vista ambiental sino también desde el punto de vista económico, que también es muy importante porque si no cierra desde el punto de vista económico a largo plazo no se sostienen”.

Ante toda esta capacidad científica y técnica queda muy claro que faltan políticas ambientales que integren y potencien estos trabajo. Al respecto Pablo Orellano expresó: “Creo que hay un esfuerzo enorme a nivel individual pero después la cadena está formada por eslabones que están sueltos. Falta una coordinación general y planificar en forma estratégica. Creo que Bariloche tiene una capacidad innata donde la gente sabe que el medio ambiente se debe cuidar, lo que hay que lograr es unir todos esos eslabones”

El vertedero municipal se ha convertido en un grave flagelo para la sociedad de Bariloche. En particular para numerosos vecinos de los barrios cercanos que ante cada incendio tienen que respirar aire toxico, quienes en muchos casos están presentando enfermedades respiratorias. Es un problema ambiental y de salud pública urgente. Le preguntamos al Ingeniero Pablo Orellana si este trabajo es parte de la solución al problema del vertedero. Y él cree que sí, aunque aclara que “la solución la tiene que encarar el municipio porque el tema de los residuos es un problema de toda la sociedad. No se puede trabajar en forma individual o descoordinada. Este tema que es tan disperso debe centralizarlo un municipio que debe definir qué hacer. El trabajo que nosotros hacemos es: una vez que desarrollamos las tecnologías ponerlas en conocimiento, a partir de ahí las autoridades definirán. Nosotros ponemos sobre la mesa desarrollos que claramente se pueden hacer con materia prima local (con talleres locales, con nuestra gente, con las capacidades locales) de forma tal de que si uno tiene que diversificar alguna de estas opciones, hacerlo más grande o hacer un proceso que sea sustentable en el tiempo también tenga una sustentabilidad desde el punto de vista de la mantenibilidad de las cosas”.

Una vez más la planificación ausente es la explicación para uno de los problemas más graves de la actualidad. Una ciudad como Bariloche no puede seguir sin políticas ambientales claras. Lamentablemente en estos tiempos de campaña aún no se presentaron propuestas ni proyectos serios que contemplen el fenómeno en su totalidad.

Mientras los incendios se repiten, los vecinos se siguen intoxicando y enfermando y la ciudad se llena de basura, seguimos esperando.

 

 

Lucas Zeni

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