Miami Beach: La "estrella" que nunca pasa de moda

Miami Beach es más que una playa: Es un conjunto de islas al este de la ciudad de los sueños, unidas por cinco carreteras elevadas y donde las sorpresas no se acaban.

Volar a Miami no puede ser más fácil. Incluso desde Argentina se pueden conseguir mejores precios que ir directamente a Orlando. Pero con la ventaja de adentrarse en el glamour y la belleza de la ciudad, y tener un rápido acceso a sus playas. Podría considerarse a Miami Beach como su "hermana siamesa".

Una de las principales carreteras es la MacArthur Causeway, que parte desde el centro de la ciudad hasta South Beach, en un recorrido muy intereante ya que mediante varios puentes cruza por la mitad de las islas Palm, Hibiscus y Star, cada una de ellas llenas de mansiones.

Pero no pueden quedar afuera del itinerario los puertos situados en la Dodge Island y Lummus Island. Allí se encuentran los cruceros más grandes del mundo, verdaderos "rascacielos" flotantes llenos de lujo y diversión. Un detalle: Está la Fisher Island, que es privada y solo se puede acceder en ferry, pero donde se concentran las fortunas más grandes del mundo.

De todas maneras, South Beach posee la zona donde el ocio y la diversión predominan, como el Ocean Drive. Allí entre las calles 5 y 41 se puede caminar entre edificios glamorosos, o llegar hasta Lincoln Road, con más de 300 restaurantes, tiendas y cafeterías. Un agradable paseo para toda la familia.

Y como no llegar a las playas, las reinas de Miami. Hay desde las extremadamente turísticas, hasta tranquilas y mágicas. Cada una tiene una importante oferta de actividades complementarias a tomar el sol, como snorkel, buceo, surf o motos acuáticas. Hay playas donde incluso se puede pasear al perro.

La playa de South Beach es donde sencillamente "está todo el mundo", la clásica playa que hemos visto en el cine. Allí se puede disponer de muchos servicios y está formada por el South Pointe Park (al sur) y Lummus Park Beach.

Luego está la Mid Beache, entre las calles 23 y 46. Es un tramo muy tranquilo, aunque con menos casetas. Desde allí se pueden ver los hoteles de lujo y los "beach clubs". Más al norte, se encuentra la playa que muchas familias eligen: La North Miami Beach, entre las calles 46 y 63. Menos abarrotada de gente, aunque no muy ancha, pero con más posibilidades de encontrar estacionamiento.

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