Desde la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Bariloche se hizo un balance sobre la primera quincena de enero en cuanto a la cantidad de turistas que llegaron a la ciudad y las expectativas para el resto de la temporada veraniega.

El presidente de la AEHGB, Martín Lago, dijo este martes en el programa Ideas Circulares que los primeros quince días del año fueron "con una alta ocupación hotelera, que ronda el 85%".

Indicó que si bien las proyecciones previas estimaban una ocupación de alrededor del 65%, ahora "los datos oficiales que genera la Provincia hablan de que alcanzamos el 85%".

"La perspectiva no era tan positiva, pero fue mejorando a medida que trancurrió esta primera quincena", explicó. "Ahora ya empezamos la segunda, con una ocupación aproximada del 69.5%, y esperamos que mejore".

Sin embargo, Lago dijo que la temporada de verano 2021 - 2022 "sentó un piso muy alto de operación para Bariloche. Los vecinos nos encontramos con una ciudad "desbordada" ya que se daban varias situaciones".

En este sentido, mencionó el PreViaje que estaba vigente; la salida del confinamiento de la pandemia "donde la gente tenía la necesidad urgente de viajar"; y que "el bolsillo del argentino en general no estaba tan golpeado como percibimos que lo está este año".

Por eso, el año pasado se registraron niveles de ocupación que superaron los valores históricos. Por ejemplo, el valor máximo promedio es de un 90% en enero, pero en 2022 superó el 96%.

"Ahora lo que vemos es que, si bien había una expectativa en algunos sectores, estaba basada más en números estadísticos que en las reservas que se van generando", completó.

"Probablemente ahora la gente tiene que tomar decisiones de cómo gastar de la forma más eficiente su dinero", consignó. A partir de ello, se analiza qué destino se visitará, dónde dormir, qué comer, y "definir cómo pasaré mi tiempo de recreación mientras dura la vacación".

De esta manera, según su apreciación, el turista nacional promedio busca en esta ocasión cómo distribuir sus recursos, si contratar excursiones o simplemente hacer un turismo más "gasolero", controlando los gastos extras como las compras de recuerdos y regalos.

Sin embargo, afirmó que para el turista extranjero, Bariloche sigue siendo un destino muy accesible, al estar favorecido por el cambio monetario. "Nos volvemos atractivos cuando nuestra moneda está tan devaluada frente el dólar", sentó.

Esto se ve reflejado en los números registrados el año pasado, donde el 90% de los turistas fueron argentinos y el resto extranjeros, mientras que hasta el momento, un 70% por ciento es del país, y el 30% restante se distribuye entre visitantes chilenos, brasileros, uruguayos, europeos, estadounidenses, israelíes y de Oceanía.

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Frente a esto, Lago dijo que todo el tiempo "se están analizando estrategias para beneficiar al turismo nacional. Como eje central, el gran corrector de precios excesivos o muy bajo, es el propio mercado".

Pero "el proceso de inflación en el que estamos, es tan aguda la crisis de percepción de las cosas que ya no sabemos lo que vale una noche de hotel, comer o comprar en un supermercado. Tenemos gente que cobra por demás y otros que no son leales a la cadena de clientes y de consumidores".

Para Martín Lago, si Bariloche se vuelve "muy oneroso", el público comenzará a elegir otros destinos en la región, "similar al nuestro", pero donde podrá "cuidar su bolsillo y su economía. Es lógico que así sea".

La distancia y el tiempo es una de las "barreras" que colocan a la ciudad en una posición desfavorable frente a otros destinos nacionales.

"Mucha gente elige venir en avión, porque se tarda hasta dos días para llegar en auto o micro desde las principales ciudades", explicó. "Pero ese pasaje aéreo está caro, que hoy ronda los 60 mil pesos. De ahí tiene que ver cuánto le queda para dormir, comer, comercio y excursiones".

(Bariloche Opina)