En este tiempo crucial para la historia de nuestro país, las exigencias de un mundo que nos presenta amenazas permanentes y que desde la pandemia ha dado un giro trascendental, pone a la política frente a un escenario de máximas exigencias y de abandono inmediato de la media, que basa sus propuestas en agresiones, denuncias compulsivas y destrucción.

Cuando me accidenté y me encontré un día sin poder caminar, me mentalicé para esforzarme al máximo y superarme, queriendo convencerme de que no hay nada imposible.

Pero hoy, en esta etapa de mi vida, me doy cuenta de que sí hay cosas imposibles y una de ellas es construir un proyecto político a partir de destacar las diferencias.

Ningún proyecto podría crecer desde las diferencias, es más, me atrevo a decir que podría ser cualquier otra cosa, menos política.

Por eso creo que el mundo, y ciudadanos o ciudadanas de nuestro presente, merecen que hagamos el esfuerzo de superar la media que hoy se muestra desde la política.

Superar el espectáculo; el chisme; las bajezas; esas denuncias que no constituyen nada, pero las hacemos igualmente, para que el otro salte.

Todo eso que caracteriza y ha caracterizado a un modo falsamente constructivo para el que no hace falta recordar a dónde nos ha llevado.

Los jóvenes desorientados; sin expectativas; la deserción de los espacios educativos; las amenazas permanentes; el desempleo; la emergencia climática; la crisis alimentaria; la Inteligencia Artificial, son enemigos concretos, palpables y que nos pisan los talones, cada vez con mayor firmeza.

Esos emergentes son suficientes para que nos demos cuenta de que tenemos que hacer el esfuerzo de superarnos, para demostrar que además de decirlo, podemos hacerlo y no necesitamos más teatralización ni exposiciones inconducentes. Porque el fin de nuestra existencia, la política, es la gente y la gente no necesita nada de esas bajezas.

Nuestro pueblo y en este caso, Bariloche, necesita que resolvamos los problemas estructurales que tiene la ciudad y que hace años no se resuelve.

Y eso, no se soluciona con uno o con dos actores, se soluciona con todos. Algunos mayormente favorecidos y otros no tanto, pero todos superándonos por un objetivo en común, es decir: haciendo política. 

Porque decir que queremos cambiar la política o mejorar lo que nos pasa y después caer en la miserabilidad de la denuncia; del insulto; del agravio u otra bajeza que no muestra nuestra capacidad de superación, sino todo lo contrario, demuestra que no entendimos ni entendemos lo que se nos está demandando.

Eso es lo que entiendo en este desafío; eso es lo que les pido a mis colegas y eso es lo que tenemos que poder demostrar, si creemos estar a la altura de las circunstancias, para representar los intereses de los ciudadanos o ciudadanas.

Germán Vega

Cambia Bariloche

Candidato a concejal