2015-06-23

Maradona-Caniggia, la fórmula para un triunfo histórico

“El Diez” cedió en cortada a Claudio Caniggia, quien luego de eludir al arquero Claudio Taffarel, convirtió de zurda a los 36 minutos del segundo tiempo para el delirio de los hinchas “albicelestes”.

El seleccionado brasileño pegó tres tiros en los palos, a través de Dunga, Careca y Alemao, y triplicó a su rival en cantidad de disparos.

Argentina arribó a los octavos de final como uno de los cuatro mejores terceros, por detrás de Camerún y Rumania en el grupo B, mientras que Brasil obtuvo el primer puesto con puntaje ideal en el grupo C, que integró junto a Suecia, Costa Rica y Escocia.

Fue tal el desconcierto del equipo dirigido por Carlos Bilardo en el primer período, que el entrenador sólo atinó a decir a sus jugadores en la charla técnica del entretiempo: “Una cosa, muchachos: si se la siguen dando a los de amarillo, nos volvemos a casa”.

El seleccionado argentino formó con: Sergio Goycochea; Pedro Monzón, Juan Simón y Oscar Ruggeri; José Basualdo, Pedro Troglio (reemplazado en la segunda etapa por Gabriel Calderón), Ricardo Giusti, Jorge Burruchaga y Julio Olarticoechea; Maradona y Caniggia.

Brasil alineó a: Taffarel; Ricardo Rocha, Mauro Galvao y Ricardo Gomes; Jorginho, Dunga, Alemao, Valdo y Branco; Müller y Careca.

El árbitro francés Joel Quiniou expulsó a los 38 minutos del período final a Ricardo Gomes.

El director técnico del “Scracht” fue Sebastiao Lazaroni, quien llegó a Italia ’90 con el antecedente de haber obtenido la Copa América de 1989, que organizó su país. Pese a ello, los periodistas brasileños le objetaron el esquema con tres marcadores centrales, distinto al sistema tradicional con línea de cuatro defensores.

El clásico sudamericano estuvo rodeado de polémica, puesto que el lateral-mediocampista izquierdo brasileño Branco denunció públicamente que el masajista argentino Miguel Di Lorenzo, conocido popularmente como “Galíndez”, le alcanzó un bidón que contenía somníferos y que él bebió porque creyó que tenía agua.

Más allá de esa actitud antideportiva, Branco reconoció luego que “Argentina ganó por una genial jugada de Maradona”.

Aquella victoria épica se recordó especialmente en la canción de la hinchada “albiceleste”, titulada “Brasil, decime qué se siente”, durante el Mundial de 2014.

Pasó un cuarto de siglo pero uno de los triunfos más resonantes de la historia del seleccionado argentino, con clasificación a cuartos de final y eliminación del clásico rival incluidas, quedará para siempre grabado en las retinas con una fórmula letal: asistencia de Maradona y definición con gambeta de Caniggia.

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