La ingeniera Guillermina Amica, investigadora asistente en el Centro Atómico Bariloche (CAB), Comisión Nacional de Energía Atómica de Conicet y ganadora de la categoría Beca, recibió el Premio L'Oreal-Unesco "Por las Mujeres en la Ciencia", junto a una científica cordobesa.

Amica, junto a la química Carla Giacomelli recibieron sus galardones de la edición nacional del Premio L'Oreal-Unesco, que se realiza por decimosexto año consecutivo en el país y busca "despertar vocaciones científicas entre las niñas, apoyar a jóvenes investigadoras y recompensar la excelencia”.

La investigadora barilochense trabaja en la "Conversión de CO2 para la generación de gas natural sintético empleando materiales formadores de hidruros”, un tipo de investigación en auge dada la crisis climática.

En el programa Ideas Circulares, Amica expresó su orgullo "ya que este premio reconoce y pone en el centro de la escena el rol de la mujer en la ciencia. Nos deja contar a mucha gente en qué estamos trabajando".

Ella es nacida y criada en Mar del Plata, donde estudió ingenería química, pero vino a Bariloche a hacer un doctorado en ciencias en ingeniería en el Instituto Balseiro, y un post doctorado. Hace más de un año trabaja como investigadora asistente en el Conicet.

En cuanto a su investigación, destacó la importancia del hidrógeno dentro de la llamada "transcisión energética", es decir "hoy nuestra matriz energética se basa en hidrocarburos que nos trae muchos problemas ambientales", pero es necesario "ampliarla con energías alternativas, como la eólica, solar, hídrica".

El problema "es que las fuentes primarias de energía limpia como la eólica y la solar son intermitentes. A veces tenemos mucho, a veces no. Entonces hay que pensar maneras de almacenarla y ahí aparece el hidrógeno como un vector energético, que permite almacenar y transportar la energía".

Producimos hidrógeno a partir del agua mediante un proceso llamado electrólisis. Pero el hidrógeno es una molécula que en condiciones normales de presión y temperatura ocupa mucho lugar. Por eso hay que almacenarlo en tanques a muy alta presión o como un líquido a temperaturas muy bajas, o en el interior de compuestos sólidos como los hidruros que estudiamos en la CNEA", remarcó.

Es así que mediante el proyecto "Captura y reutilización de CO2 para la generación de gas natural sintético", se busca desarrollar materiales y evaluar su factibilidad de aplicación para la conversión selectiva de dióxido de carbono (CO2) a combustibles sintéticos de interés industrial.

Ella integra el grupo de trabajo Fisicoquímica de Materiales del CAB, dirigido por Fabiana Gennari. "La idea es usar estos materiales que almacenan hidrógeno para reaccionar con dióxido de carbono residual de cualquier proceso. Es una de las tantas tecnologías que se están investigando para reducir las emisiones de gases de invernadero".

(Bariloche Opina con información del Instituto Balseiro)

Fotos: Perfil / Instituto Balseiro