La construcción del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) alcanzó en los últimos días de marzo un pico de ocupación con más de 3.000 trabajadores distribuidos a lo largo de los distintos frentesen que se encaró el tendido de 573 kilómetros de caños, lo que permite afrontar desafíos técnicos particulares como el cruce del río Colorado que en la actualidad se encuentra en pleno desarrollo.
El impacto de los trabajos se refleja no sólo en quienes están afectados directamente al trazado del gasoducto, sino también en otros 10.000 puestos indirectos a cargo de decenas de pymes proveedoras de bienes y servicios.
Lo relacionado con la obra es de tal magnitud que también disparó la activación de las pequeñas economías de localidades cercanas a la traza del gasoducto, lo que genera otros 40.000 puestos de trabajo indirectos en casi todos los rubros: desde el inmobiliario, el gastronómico o el transporte, entre muchos otros que se benefician por la circulación masiva de personas.
El avance de las obras, sobre el cual los encargados en el terreno insisten que estarán listas para la fecha prevista del 20 de junio próximo, fue recorrida por un equipo de Télam a lo largo de distintos puntos de la traza y de los obradores montados por los contratistas.
La visita partió del Kilómetro 0 del gasoducto, en la localidad neuquina de Tratayen, pasando por el campamento del PK60 en la provincia de Río Negro, y finalizando en el PK145, en La Pampa.
Una tarea similar ya se completó en ocasión del cruce de la ruta nacional 35, en la provincia de La Pampa, por la cual el ducto debió pasar a unos diez metros por debajo del traza, para no interrumpir el tránsito por esa arteria considerada vital para la región.
Las contratistas de la UTE Techint-Sacde para los reglones 1 y 2, y BTU para el renglón 3, habrán montado al completar sus contratos en total seis obradores, que en descripción de Desimone son "pequeñas ciudades que conforman las bases operativas con servicio de habitación, alimentación y sanitario, servicio médico, depósitos, talleres, almacenes, recreación y vigilancia, en cada uno".
Desde allí se trabaja de lunes a lunes en un esquema de 25 días corridos por cinco de descanso, un régimen que demanda esfuerzo pero también convivencia, para quienes lejos de su casa pasan sus horas libres en los campamentos.
A cargo de las distintas tareas de control de obra, seguridad, calidad y medio ambiente, Desimone explica la complejidad de la coordinación de la obra para la cual se trabaja desde las 7 de la mañana hasta las 19 -salvo excepciones en que es necesario habilitar la operación nocturna- con personal que proviene de las muchas localidades próximas, así como de todas las provincias y de otros países que su especialidad no pueden ser relevados.