Mensaje a la comunidad de Bariloche en referencia al problema de la calle Mitre

Como grupo de profesionales del diseño nos gustaría dar a conocer nuestra mirada al respecto del desmanejo que ha sido la obra de refuncionalización de la calle Mitre y los resultados a la vista. Nuestra intención es entender qué pasó, qué se hizo mal y cómo se podría haber hecho, para que en un futuro no cometamos los mismos errores.

El proyecto original lo hizo un estudio formado principalmente por arquitectos. Ese fue el primer error. Proyectos de urbanismo de semejante envergadura e impacto deben ser realizados por equipos multidisciplinares, donde se incluyan arquitectos, ingenieros, diseñadores, sociólogos y comunicadores.

El trabajo debe ser participativo, con espacios de intercambio con la comunidad; de modo tal que la misma comunidad se apropie de la idea y se comprometa a acompañar el proceso. En este caso no lo fue: visto está que los comerciantes de la arteria fueron los primeros en oponerse al proyecto peatonal.

Por último, la Municipalidad (principal responsable frente a un proyecto bajado desde organismos externos como el gobierno de la provincia y el BID) no participó activamente en el diseño de la obra: 1- verificando que el proyecto se adecuara a nuestra realidad y a nuestras identidades, 2- fiscalizando que las obra se haga bien: por ejemplo para detectar a tiempo que los adoquines de tan poco espesor no iban a resultar, 3- motorizando el empleo de empresas y profesionales locales: no activó ningún pedido o reclamo ante la compra (estipulada en el proyecto original) de mobiliario de empresas porteñas y mendocinas que nada tienen que ver con nuestras identidades patagónicas.

Como resultado, hoy tenemos una calle que no nos representa. Desde la mirada del diseño se corresponde estéticamente a una calle del bajo porteño. Por poner algunos ejemplos: sentarse en bancos de hormigón en invierno va a ser como sentarse en cubitos de hielo.

Los bicicleteros son un diseño ganador de un concurso que buscaba obtener el mejor producto representante de la identidad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Dicho sea de paso, se podrían haber incorporado los bicicleteros diseñados y fabricados en Bariloche, que obtuvieron mención en los premios Innovar y que están hechos con material local gratuito, que están probados y que ya están instalados frente al Concejo Deliberante en el Centro Cívico.

Los bolardos actuales, de estética portuaria, nada dicen de lo local donde la madera y la piedra son materiales disponibles en cantidad y calidad. Los papeleros, también fabricados en otros lares, no contemplan la dinámica local con la separación en origen de residuos reciclables (no tienen información para el transeúnte) ni tampoco contemplan la dinámica de trabajo de los encargados de retirar los residuos. Por último, parchar con lomadas de burro habla de un mal diseño, terminó siendo una calle para automotores y no un verdadero paseo comercial barilochense.

Ojalá en próximos proyectos de urbanismo se incorpore el trabajo de profesionales del diseño para que hagan de ésta, una ciudad más linda, más nuestra, donde se emplee más creatividad y mano de obra local, que tanto lo necesita.

Firman los diseñadores: Martín Sabattini cel.154612802, Manuel Rapoport cel.154306471, Julieta Caló, Pierre Marcotulli, Javier Delfino, Mariano Filipini, Santiago Vasches, Pedro Shwartzbock, Nicolás Aversente, Manuel Martinez, Emiliano Tempone, Ignacio Merino, Tomás Doll, Alejandro Tulissi.